miércoles, 11 de julio de 2012

Rusia se acerca al Consejo Nacional Sirio


En un esfuerzo por encontrarle una solución pacífica a la crisis siria, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, se reunió con Abdulbaset Sieda, líder del Consejo Nacional Sirio (CNS), en la capital rusa; esta es la primera vez que Rusia se compromete directamente con el mayor movimiento de la oposición siria. Durante el transcurso de la reunión de dos horas, Lavrov le transmitió la posición de Rusia sobre la necesidad que el gobierno sirio y grupos de la oposición se comprometan a seguir el plan de Annan y cese inmediatamente la violencia, para entablar un diálogo.

Pero Sieda señaló que el Consejo de Seguridad debe intervenir para ponerle fin al conflicto sirio; la delegación del CNS dijo que "entiende" las preocupaciones de Rusia sobre una posible resolución del Consejo de Seguridad sobre Siria, "pero no estamos de acuerdo con los rusos”, agregó Sieda. Las conversaciones del miércoles se produjeron dos días después que Lavrov, se reunió con otra delegación de la oposición siria en Moscú, dirigida por el disidente Michel Kilo.

Rusia circuló ayer, entre los miembros del Consejo de Seguridad, un proyecto de resolución para extender la misión de la ONU en Siria por tres meses más, por lo que se presume que podría cambiar el foco de la supervisión de una tregua -que no existe para lograr una solución política al conflicto. Es poco probable que el proyecto ruso que satisfaga a EE.UU. y a la UE, que han llamado a una resolución bajo el Capítulo 7 de la Carta de ONU, que permite al Consejo autorizar acciones que van desde sanciones diplomáticas y económicas a una intervención militar.

El embajador adjunto de Rusia en ONU, Alexander Pankin, dijo que una resolución bajo el Capítulo 7 sería "contraproducente" en lo que describió como una "situación delicada"; el proyecto de resolución ruso, no especifica un número de observadores –actualmente de 300- pero "hace hincapié en la necesidad de UNSMIS tenga una capacidad de observadores militares para llevar a cabo la verificación efectiva y las tareas de determinación de los hechos." El principal punto del proyecto ruso es que la resolución insta firmemente a todas las partes a cesar la violencia y subraya que "es para el pueblo de Siria quien debe encontrar una solución política y que las partes en Siria deben estar preparadas para presentar interlocutores eficaces y mutuamente aceptables" para trabajar con Annan y alcanzar un acuerdo.

Annan, mantuvo ayer conversaciones en Teherán para pedir la ayuda de Irán, otro aliado clave de Al-Assad; Annan está tratando de llegar a las naciones de la región para salvar su tambaleante plan de paz de Siria. Hoy Annan, llegó a Irak, donde tiene previsto reunirse con el Primer Ministro Nuri Al-Maliki para discutir las posibles soluciones para terminar con la violencia en Siria; de acuerdo al portavoz del gobierno iraquí, Ali Al-Dabbagh, Bagdad tiene previsto ofrecer soluciones a la crisis pero no dio más detalles.

Annan no solo tiene que lidiar con la situación en si misma, sino que debe armonizar con las partes que tienen intereses en el país; el viaje por la región responde a lo que el ex Secretario General había llamado un "error" de los EE.UU. al vetar la presencia de Irán en una reunión de Ginebra. Sin embargo, accedió a que se realice la reunión aun cuando la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, se negó a dar marcha atrás sobre el veto a los iraníes. Sin embargo, Annan dejó en claro que no había cambiado su mente cuando hizo su primera parada de Teherán después de reunirse con Al-Assad en Damasco el pasado lunes, Annan cuando se fue de Teherán señaló "Mi presencia aquí demuestra que creo que Irán puede desempeñar un papel positivo y por lo tanto debe ser parte de la solución en la crisis de Siria”.

La oposición siria ya no está interesada en ninguna forma de dialogo que no sea iniciada con la renuncia de Al-Assad del poder, este punto parece haber sido entendido por Rusia ya que después de las conversaciones con Michel Kilo, el viceministro de Relaciones Exteriores, Mikhail Bogdanov, dijo que “Rusia no se va a aferrar a Al-Assad” y Siria debe dejar de decidir su destino. Tal vez Moscú ya intuye que será difícil que el régimen sirio se pueda sostener en el poder por mucho más tiempo y por ello ha comenzado a entablar contactos con los posibles sucesores; el envío de los once buques de guerra de Rusia -de sus flotas del Mar del Norte, Báltico y Negro- a las costas sirias “para realizar ejercicios navales en el Mediterráneo y Mar Negro” son más una señal a los países occidentales para que se abstengan de una intervención militar que un apoyo a Bashar Al-Assad.

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