David Cameron sostuvo que Gran Bretaña y Francia presentarán una resolución al Consejo de Seguridad de la ONU, condenando la ofensiva de Siria contra los manifestantes. Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal habían circulado un primer borrador que condenaba a Siria en el Consejo de Seguridad el mes pasado, pero el poder de veto Rusia y China habían dejado en claro que no compartían la participación del Consejo en el asunto.
Diplomáticos occidentales en Nueva York dijeron que el último proyecto se presentó en una reunión del Consejo de Seguridad, pero no esperaba una votación para hoy; aunque señalaron que desearían una votación antes del fin de semana junto a posibles intentos de Rusia y China por dilatar la votación.
Cameron, advirtió a Rusia y China que no se muevan en el bloque y que condene la violenta represión a las protestas contra el gobierno en Siria. En la Cámara de los Comunes, respondiendo a preguntas, el Primer Ministro Cameron describió la violencia contra los manifestantes en Siria como "completamente inaceptable" y dijo que la comunidad internacional debía unirse para condenarla.
Diplomáticos occidentales en Nueva York dijeron que el último proyecto se presentó en una reunión del Consejo de Seguridad, pero no esperaba una votación para hoy; aunque señalaron que desearían una votación antes del fin de semana junto a posibles intentos de Rusia y China por dilatar la votación.
Cameron, advirtió a Rusia y China que no se muevan en el bloque y que condene la violenta represión a las protestas contra el gobierno en Siria. En la Cámara de los Comunes, respondiendo a preguntas, el Primer Ministro Cameron describió la violencia contra los manifestantes en Siria como "completamente inaceptable" y dijo que la comunidad internacional debía unirse para condenarla.
EE.UU. también acompaña al proyecto de una resolución impulsado por los europeos. Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, dijo a los periodistas antes de la reunión del Consejo de Seguridad, que Washington estaba tratando de convencer a otros en el Consejo de apoyar la medida condenando las acciones por el régimen de Assad.
El proyecto de resolución original, se ha modificado ligeramente, ya que el anterior instaba a los países a no suministrar armas a Damasco, pero no previa un embargo efectivo de armas u otras medidas punitivas específicas. Estas también enmiendas al segundo proyecto responden a la negativa rusa de una intervención como sucedió en Libia, aunque no garantiza una posible acción de los aliados.
Rusia ha sido durante mucho tiempo un aliado clave y proveedor de armas para Siria, eso explicaría su posición negativa sobre la resolución, más que malestar sobre la intervención de la OTAN en Libia; si bien es cierto lo que apunta que Moscú cuando considera que se ha salido de control -más allá del mandato original de la ONU- en relación a la protección a los civiles y no a derrocar al régimen de Gadafi.
Un alto diplomático europeo dijo que la Unión Europea está preparando una nueva ronda de sanciones contra las empresas sirias. Estas medidas se sumarían en un esfuerzo por aumentar la presión sobre el gobierno del presidente Bashar al-Assad para que deponga su actitud frente a las manifestaciones. La UE ya pasó dos rondas de sanciones contra Siria este año: en las primeras las restricciones abarcaron la prohibición de viaje y la congelación de activos de 13 funcionarios sirios por su participación en la represión y la segunda ronda agregó al propio Al-Assad y a otros nueve miembros superiores del gobierno sirio.
Se estima que la resolución podría contar con -por lo menos- 11 de los 15 votos del Consejo de Seguridad. En la sede de Naciones Unidas, diplomáticos cercanos a la cuestión siria son menos entusiastas y cuentan con solo 9 seguros; Sudáfrica y Brasil siguen teniendo dudas sobre el proyecto, Líbano votaría en contra al igual que India mientras que Rusia y China utilizarían su poder de veto.
El proyecto de resolución original, se ha modificado ligeramente, ya que el anterior instaba a los países a no suministrar armas a Damasco, pero no previa un embargo efectivo de armas u otras medidas punitivas específicas. Estas también enmiendas al segundo proyecto responden a la negativa rusa de una intervención como sucedió en Libia, aunque no garantiza una posible acción de los aliados.
Rusia ha sido durante mucho tiempo un aliado clave y proveedor de armas para Siria, eso explicaría su posición negativa sobre la resolución, más que malestar sobre la intervención de la OTAN en Libia; si bien es cierto lo que apunta que Moscú cuando considera que se ha salido de control -más allá del mandato original de la ONU- en relación a la protección a los civiles y no a derrocar al régimen de Gadafi.
Un alto diplomático europeo dijo que la Unión Europea está preparando una nueva ronda de sanciones contra las empresas sirias. Estas medidas se sumarían en un esfuerzo por aumentar la presión sobre el gobierno del presidente Bashar al-Assad para que deponga su actitud frente a las manifestaciones. La UE ya pasó dos rondas de sanciones contra Siria este año: en las primeras las restricciones abarcaron la prohibición de viaje y la congelación de activos de 13 funcionarios sirios por su participación en la represión y la segunda ronda agregó al propio Al-Assad y a otros nueve miembros superiores del gobierno sirio.
Se estima que la resolución podría contar con -por lo menos- 11 de los 15 votos del Consejo de Seguridad. En la sede de Naciones Unidas, diplomáticos cercanos a la cuestión siria son menos entusiastas y cuentan con solo 9 seguros; Sudáfrica y Brasil siguen teniendo dudas sobre el proyecto, Líbano votaría en contra al igual que India mientras que Rusia y China utilizarían su poder de veto.
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