lunes, 13 de junio de 2011

Turquía recibe a miles de refugiados de Siria


Según informes, las fuerzas de seguridad sirias detuvieron a centenares de personas en una redada a través de aldeas alrededor de Jisr al-Shughour después del ejército del presidente Bashar al-Assad volvió a ocupar la ciudad rebelde, cerca de la frontera turca.

El gobierno dijo la semana pasada que "bandas armadas" mataron a más de 120 efectivos de seguridad en la ciudad, después de las manifestaciones en la zona; sin embargo, los refugiados y los grupos de derechos humanos señalaban que muchos de los muertos eran civiles asesinados por las fuerzas de seguridad o soldados que fueron asesinados por negarse a disparar contra la población civil.

Después del asalto final en la madrugada del domingo, las tropas sirias de élite apoyadas por helicópteros y unos 200 tanques tomaron el control de la ciudad de Jisr al-Shughour. Los medios estatales reportaron el descubrimiento de fosas comunes y fuertes enfrentamientos con los residentes; los locales -muchos de los cuales han huido a Turquía- dicen que la ciudad está casi vacía y que los enfrentamientos del domingo fueron entre los amotinados y el ejército, además informaron en la zona los cultivos se quemaron y los animales fueron sacrificados.

Los activistas estiman en unas 7.000 personas a las que ya han huido de la región alrededor de la ciudad, buscando refugio en la vecina Turquía. Los refugiados sirios que entraron en Turquía durante la noche, dijeron que aun se registraban combates entre soldados rebeldes que siguen luchando contra los leales al régimen en la zona.

Muchos civiles están jugando al gato y el ratón con los ejércitos de ambos lados de la frontera ya que buscan refugio, alimentos y suministros para sus familias en Siria ya que muchos productos básicos no se consiguen en la zona; cruzan a Turquía por decenas usando los caminos de los contrabandistas para ingresar a Siria nuevamente en un intento de evitar los campos oficiales de refugiados ya que una vez que oficialmente cruzar a Turquía serán confinados dentro de los campamentos, y perderán su oportunidad de volver a casa.

Las Naciones Unidas en tanto advirtió que al menos 10.000 sirios huyeron de la violencia. Stephanie Bunker, portavoz de las Naciones Unidas sobre Asuntos Humanitarios, dijo que hay al menos 5.000 refugiados sirios en Turquía y en 5000 en el Líbano.

La Casa Blanca condenó en los "términos más enérgicos posibles" al último episodio de violencia por parte del gobierno sirio. También aumentó la indignación internacional sobre las acciones de Siria la utilización de helicópteros artillados para disparar contra los manifestantes.

Turquía ha desarrollado una política exterior de "cero problemas con los vecinos", que le generó un gran esfuerzo para mejorar sus relaciones políticas y económicas con sus vecinos del Oriente Medio. La crisis en Siria está poniendo a prueba las habilidades diplomáticas de Turquía, ya que ésta apoya las reivindicaciones populares a favor de la apertura hacia la democracia.

Después de haberse aliado con Al-Assad hace tres años, al comienzo de las manifestaciones le sugirió que llevase adelantes las reformas pero ante la negativa siria, Erdogan se ha convertido cada vez más crítico del uso que el gobierno sirio de la fuerza contra su propio pueblo. Ahora que el proceso eleccionario ha pasado es de esperar que Erdogan cambie su discurso y endurezca su posición para con Siria.

La ola de refugiados que han huido a Turquía escapando del ejército sirio, en el norte, son una señal del deterioro de la situación interna siria y un problema para Ankara que se enfrentará a una masiva afluencia masiva de refugiados debido a los casi 1000 kilómetros sirio-turca; Turquía hoy confirmó que ya 6.817 sirios habían cruzado la frontera.

Ante este escenario, cabe esperar que para los próximos días Turquía establezca una zona de amortiguamiento entre los refugiados y sus fuerzas nacionales, debido al caos que supone la entrada y salida de los sirios para la seguridad turca. Hasta el momento la respuesta del ejército turco, ha sido de vigilancia de las fronteras, pero se especula que pronto creará formalmente la zona de amortiguamiento.

Siria y Turquía son estados laicos y vecinos, pero hay un abismo entre lo que está sucediendo en cada uno. El domingo, los turcos fueron a las urnas en las octavas elecciones democráticas desde caída de la dictadura militar en 1983. Mientras tanto, el presidente Bashar al-Assad volvió a usar tanques y sumó a los helicópteros de combate para asegurar su estabilidad en el poder. El contraste es entre una sociedad abierta y una cerrada; la primera producción de un crecimiento económico excepcional y una mayor autoridad regional, el segundo que condena a sus nacionales al estancamiento. Sin embargo, la inestabilidad de uno incide sobre el otro; la preocupación inmediata de la política exterior de Ankara ahora las elecciones han pasado será cómo desactivar esta situación.

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