lunes, 27 de junio de 2011

Siria tiene fecha para el Diálogo Nacional: 10 de Julio



Munther Khaddam, Hanan Laham y Shawki Baghdadi encabezaron una de las sesiones de los intelectuales de la oposición siria en una reunión celebrada en Damasco bajo el título "Siria para todos en un estado democrático civil". El encuentro de Damasco, donde se discutió la transición política a la democracia ha convocado a más de 150 intelectuales sirios y figuras de la oposición se reunieron en medio de fuertes medidas de seguridad en Damasco para hacer frente a la crisis en el país y para pedir una reforma política. La reunión, es la primera vez donde conocidos disidentes se reúnen formalmente en Siria, luego de los más de tres meses de disturbios y la televisión estatal siria cubrió la conferencia.

Muchas figuras de la oposición han rechazado el llamado de Al-Assad al diálogo ya que los consideran como insuficiente y algunos activistas se negaron a participar en la conferencia diciendo que podría ser explotada como propaganda por las autoridades, mientras que las matanzas en masa y las detenciones continúan. La conferencia ha divido a una oposición ya fragmentada y muchos temen que el gobierno utilice esta reunión como una prueba de esta fragilidad.

Aref Dalila, uno de los organizadores de la conferencia, retiró su participación en el último minuto, citando temores de que la conferencia sería "manipulada" por las autoridades. Otras figuras históricas de la oposición como Michel Kilo -escritor y preso político- y Anwar al-Bunni asistieron a la reunión; Kilo manifestó que el régimen debe ser derrocado y reemplazado por un sistema democrático.

El abogado de DDHH, Radwan Ziadeh, dijo que la conferencia no representa al movimiento de la calle y de las manifestaciones. Louay Hussein, un conocido activista pro democracia que fue encarcelado durante siete años en 1984 y responsable en parte de la organización de la reunión, llegó con un tono más moderado y señaló que el objetivo de las reuniones era definir las causas que impiden la transición a un Estado democrático y civil y presentar una visión sobre cómo acabar con la tiranía.

Los partidarios del presidente sirio también estuvieron presentes en la conferencia, anunciada como una reunión de los independientes que buscan una salida a la crisis. Los organizadores dijeron que la reunión contó con la aprobación de un alto asesor de Al-Assad

El encuentro de Damasco parece ser una contra-conferencia frente a las actividades que la oposición en el extranjero ha realizado durante el fin de semana; jóvenes activistas han sostenido encuentros para dar a conocer los alcances de la conferencia de Estambul y discutir estrategias de apoyo a los manifestantes mientras que otros llegaron a Moscú el lunes en una gira de apoyo internacional anti-régimen que visitará Doha, Qatar, Sudáfrica y Brasil, entre otros países.

Anas al-Abdah, líder del reconocido grupo de oposición “Declaración de Damasco” con sede en Londres, señaló su escepticismo sobre el encuentro en Siria ya que los independientes no representan a ninguno de los frentes principales de la oposición o a las coaliciones y por otro lado, la reunión se hace con el acuerdo y consentimiento de los servicios de seguridad sirios. Abdah sostiene que el régimen va a utilizar la conferencia para imponer su propia visión del diálogo y será una oportunidad para desviar la atención de la violencia sobre el terreno.

El hecho que algunos de los principales intelectuales de Siria hayan pedido un cambio político sustancial en una conferencia permitida por el régimen de Al-Assad es algo nunca visto en los últimos cuarenta años y puede ser un signo de la presión de los levantamientos. Reconocido este hecho -sin precedentes- por los propios participantes la reunión de la oposición encuentra varias lecturas. Por un lado fue aclamada por el gobierno como un ejemplo de las reformas prometidas, pero el llamado a la misma realizado por el gobierno y con una lista de figuras elegidas por las autoridades no es un dato menor.

La otra lectura es la que hicieron algunos activistas que descartaron la invitación ya que veían a la reunión como un truco publicitario debido a la ausencia de grupos representativos pero contrarios al gobierno, como la prohibida Hermandad Musulmana; opositores como Walid Al-Bunni –que no estaba en la lista- señaló que la reunión solo legitimará al régimen mientras la represión de manifestantes continua y se taparán las detenciones y asesinatos.

La Comisión para el Diálogo Nacional, presidida por el vicepresidente Farouk Al-Shara, discutió la agenda de la reunión de consulta anunciada por el presidente Bashar al-Assad, durante su discurso en la Universidad de Damasco. Después de deliberaciones, la Comisión decidió instituir al 10 de julio 2011 como fecha para la reunión de consulta, invitando a todas las figuras intelectuales y políticas nacionales para asistir a esta reunión en la que las enmiendas constitucionales serán discutidas, en particular el artículo 8 (El principal partido de la sociedad y el Estado es el Partido Socialista Árabe Baath. Lidera un frente patriótico y progresista que buscan unificar los recursos de las masas populares y ponerlas al servicio de los objetivos de la nación árabe).

El llamado al diálogo nacional del 10 de julio llegó coincidentemente después que el presidente Bashar al-Assad se reunió con el diputado conservador inglés, Brooks Newmark, y el congresista norteamericano, Dennis Kucinich.

Newmark, fue elegido al parlamento en 2005 y es un duro dentro del gobierno y ha servido en Asuntos Exteriores desde en el periodo 2009-10; el Ministerio de Relaciones Exteriores británico emitió un comunicado donde consignaba que había viajado a Siria sin el apoyo del gobierno, pero añadió que había reiterado la postura de Gran Bretaña en Siria. Ayer se conoció un pedido del senador John McCain y de Ileana Ros-Lehtinen –presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes- el retiro del embajador Robert Ford de Damasco.

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