jueves, 18 de agosto de 2011

EE.UU. y la Unión Europea piden el fin del gobierno en Siria



En una campaña coordinada con los líderes europeos, el presidente Obama hizo el primer llamado explícito al presidente sirio, Bashar al-Assad, para que deje su cargo. Catherine Ashton, jefe de política exterior de la Unión Europea, anunció una declaración conjunta de Alemania, Francia y Gran Bretaña, donde se sostiene que Al-Assad ha perdido legitimidad como líder y debe renunciar.

El anuncio ya venía preparándose semanas atrás y señala lo que puede ser el fin de las intensas negociaciones encabezadas por los turcos y norteamericanos con funcionarios sirios. Turquía había dado un ultimátum al régimen sirio para implementar medidas concretas de reformas en 15 días pero las señales desde Damasco fueron negativas y los esfuerzos diplomáticos resultaron infructuosos.

Además, la administración Obama ha anunciado esta mañana una nueva serie de sanciones para Siria, la orden ejecutiva congela inmediatamente todos los activos del gobierno de Siria que están sujetos a la jurisdicción estadounidense y prohíbe a ciudadanos estadounidenses de participar en cualquier transacción con el gobierno de Siria o de invertir en ese país. Estas acciones impactan en el corazón del régimen ya que por la prohibición de las importaciones estadounidenses de petróleo y productos derivados del petróleo sirio, el gobierno sirio está perdiendo su principal fuente de ingresos hoy en día.

El tipo de cambio oficial se mantiene en S £ 47.5 por dólar, pero en el mercado negro llega a S £ 52.5 por dólar; Adib Mayyaleh, gobernador del Banco Central de Siria, admitió el mes pasado la libra siria estaba "bajo presión" como consecuencia de la crisis. El impacto de las medidas anunciadas por EE.UU. y la UE -respecto al embargo petrolero y de gas- a Siria reducirán en un tercio los ingresos del Estado y se perderá al mayor proveedor de moneda extranjera; los cinco bancos más grandes de Siria perdieron activos por un 17% y los depósitos cayeron en un 20%.

La pérdida de activos y divisas por parte del Estado sirio no tendrá un impacto directo en la economía sino que afectará sustancialmente al propio régimen ya que menos fondos implican menos equipos militares y se comenzarán a reducir las lealtades. Por ejemplo, los grupos de choque “Shabiha” difícilmente estén accionado contra los manifestantes porque tienen la convicción de que el régimen alawita es lo mejor para Siria; de igual manera el régimen sirio comenzará a perder apoyo de las potencias proveedoras de armas ya que no tendrá fondos para afrontar las erogaciones militares.

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