El Consejo de Seguridad y el Secretario General de la ONU condenaron la violación de derechos humanos y el uso de la fuerza por parte de las autoridades de Siria contra los civiles. En una declaración presidencial, el Consejo lamentó profundamente la muerte de cientos de personas durante las jornadas de protesta que han tenido lugar en Siria en las últimas semanas, instó al gobierno sirio a respetar los derechos humanos y cumplir con las leyes internacionales, además de exhortarlo a enjuiciar a los responsables de este tipo de atropellos.
Además, el texto subrayó que la única solución a la actual crisis siria es un proceso político incluyente que aborde las aspiraciones e inquietudes de la población y que garantice a sus ciudadanos el ejercicio pleno de sus libertades fundamentales, entre ellos la de expresión y de asamblea. Finalmente, el Consejo pidió al gobierno de Siria que permita el acceso a agencias y trabajadores humanitarios para aliviar la situación de emergencia que vive gran parte de la población.
Uno de los principales cambios dentro del escenario de Naciones Unidas lo dio Rusia. El presidente ruso, Dmitry Medvedev, le pidió al presidente que lleve a cabo las reformas y restablezca la paz en el país. Medvedev dijo que su país está preocupad por los asesinatos en masa de activistas de la oposición siria y señaló que durante sus reuniones personales con el líder sirio, le sugirió celebrar un referéndum, ponerse al día con la oposición, restablecer la paz y crear un Estado moderno.
Además, el texto subrayó que la única solución a la actual crisis siria es un proceso político incluyente que aborde las aspiraciones e inquietudes de la población y que garantice a sus ciudadanos el ejercicio pleno de sus libertades fundamentales, entre ellos la de expresión y de asamblea. Finalmente, el Consejo pidió al gobierno de Siria que permita el acceso a agencias y trabajadores humanitarios para aliviar la situación de emergencia que vive gran parte de la población.
Uno de los principales cambios dentro del escenario de Naciones Unidas lo dio Rusia. El presidente ruso, Dmitry Medvedev, le pidió al presidente que lleve a cabo las reformas y restablezca la paz en el país. Medvedev dijo que su país está preocupad por los asesinatos en masa de activistas de la oposición siria y señaló que durante sus reuniones personales con el líder sirio, le sugirió celebrar un referéndum, ponerse al día con la oposición, restablecer la paz y crear un Estado moderno.
El presidente ruso dijo que si el presidente sirio no puede resolver los problemas de su país, está destinado a “un triste destino, y en última instancia, también tendrá que tomar algún tipo de decisiones". Aunque la posición de Rusia hacia Al-Assad es mucho más crítica, mantiene su postura respecto de la interferencia externa en el conflicto y considera que son los propios ciudadanos del país quienes deben resolver sus problemas por sí mismos.
La decisión del Consejo de Seguridad causó sensaciones dispares en Líbano, el único miembro árabe del Consejo. Samir Geagea, líder de las Fuerzas Libanesas, líder criticó la decisión del Líbano en la ONU, al desvincularse de la votación. Esta postura es compartida por la opositora Coalición 14 de Marzo, liderada por Hariri, que ya anunció la pronta distribución de un comunicado al respecto; en resumen, los partidos opositores a Mikati coinciden en señalar que la posición de Líbano fue la esperada debido a que el gobierno libanés es aliado de Siria.
La Coalición 8 de Marzo, liderada por Hezbollah, expresó una opinión diferente e hizo hincapié en la necesidad de no interferir en los asuntos de Siria. Michel Musa, del bloque de Nabih Berri, dijo que Líbano no tiene ningún interés en enemistarse con Siria y, por lo tanto, no hay ningún interés en tomar una posición en el Consejo de Seguridad para condenar a Siria. El ministro de Justicia Shakib Qortbawi, del Movimiento Patriótico Libre de Michel Aoun, dijo que los países del mundo actúan en función de sus intereses y que una disputa entre Damasco y Beirut no serviría a los intereses del Líbano.
El Consejo de Seguridad ha comenzado a ejercer presión sobre Siria mediante la emisión de una declaración unánime de condena a las fuerzas sirias por presuntamente atacar a civiles y cometer violaciones de los Derechos Humanos. Si bien el comunicado de ONU pide a las autoridades sirias que pongan fin inmediatamente a toda violencia e inicie un proceso político, la realidad está indicando otra cosa.
La Coalición 8 de Marzo, liderada por Hezbollah, expresó una opinión diferente e hizo hincapié en la necesidad de no interferir en los asuntos de Siria. Michel Musa, del bloque de Nabih Berri, dijo que Líbano no tiene ningún interés en enemistarse con Siria y, por lo tanto, no hay ningún interés en tomar una posición en el Consejo de Seguridad para condenar a Siria. El ministro de Justicia Shakib Qortbawi, del Movimiento Patriótico Libre de Michel Aoun, dijo que los países del mundo actúan en función de sus intereses y que una disputa entre Damasco y Beirut no serviría a los intereses del Líbano.
El Consejo de Seguridad ha comenzado a ejercer presión sobre Siria mediante la emisión de una declaración unánime de condena a las fuerzas sirias por presuntamente atacar a civiles y cometer violaciones de los Derechos Humanos. Si bien el comunicado de ONU pide a las autoridades sirias que pongan fin inmediatamente a toda violencia e inicie un proceso político, la realidad está indicando otra cosa.
La reacción del régimen sirio, frente a esta declaración del Consejo, puede dividirse en dos fases claramente diferenciadas. Por un lado, desde la televisión siria se calificó a la declaración como irracional e injustificada y se mantiene el argumento de la presencia de bandas armadas que aterrorizan a la población y son los autores de las matanzas que se han visto por los medios de comunicación. El régimen sirio también acusa de la violencia a los musulmanes ultraconservadores que quieren establecer los emiratos islámicos en todo el país y prometió que no habría tregua en su ofensiva contra esos grupos armados para restablecer la estabilidad del país.
Por otro lado el Presidente Al-Assad se publicó hoy en el Decreto Legislativo N 101 relativo a la Ley Electoral General. Esta ley tiene por objeto mejorar el proceso electoral, garantizando el derecho de los candidatos en la supervisión del proceso y la supervisión judicial; también se prevé la formación de un comité judicial superior para las elecciones, con sede en Damasco, para supervisar las elecciones y asegurar su integridad, además de la formación judicial sub-comités en cada provincia siria afiliados a la comisión más alta. La ley establece que las elecciones se llevarán a cabo con el voto del público, secreto, directo e igualitario para cada votante en Siria, mayor de dieciocho años de edad.
La pregunta que subyace ahora es si esta declaración será el puntapié necesario para que el régimen sirio comience un programa de reformas políticas concretas e inclusivas que realmente reflejen el sentir de los manifestantes o solo será un nueva instancia para ganar tiempo por parte de Bashar Al-Assad.
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