La decisión de la Unión Europea (UE) de prohibir las importaciones de petróleo de Siria tendría un gran impacto en la economía del país, cuya exportación de crudo está destinada en un 95 % hacia la región de la UE. Los ingresos del petróleo son especialmente importantes para Siria ya que su industria turística -que normalmente representa alrededor del 12 % de la economía- ha sido duramente afectada por la violencia que se ha extendido desde marzo de 2011.
Esta situación ha llevado a Siria a buscar nuevos compradores para los 150.000 barriles por día (bpd) que se producen en el país y la meta es atraer a Rusia y China para adquirir ese stock remanente de las sanciones. El Ministro de Finanzas sirio, Mohammad al-Jleilat, señaló que si no se podían colocar en esos mercados se mantendrían como reservas sin que ello signifique el cierre de la producción de los campos petroleros o plantas de extracción sirios.
La prohibición de los países de la UE no solo impacta sobre la importación, compra o transporte de petróleo crudo sirio y productos petroquímicos sino que abarca todas las operaciones de financiación o seguros en relación con las ventas de petróleo por lo que no resulta del todo claro qué impacto tendrá la medida en el mediano plazo con los contratos ya establecidos y qué tipo de acciones deberían emprender aquellos Estados que tienen acciones en empresas petroleras europeas pero que desean mantener el flujo de crudo.
El caso más notorio es la empresa Shell, que aseveró que hasta la última prohibición de la UE se abstuvo de detener las operaciones en Siria argumentando que solo dejará de producir petróleo en Siria a menos que sea obligada a hacerlo por la Unión Europea; el argumento presentado por un funcionario de la compañía era que la detención de las operaciones no habría daño a la gente de Siria más que el gobierno de Al-Assad. Por otro lado, se espera que el petrolero de Shell, "Neverland Star", atraque en el puerto de Banias en algún momento esta semana con un cargamento de petróleo crudo y hasta el momento no fue detenido ni se le ha ordenado que vuelva a su puerto de origen.
El reemplazo de compradores para el crudo sirio no es automático ni es fácil. Los costos de transporte, el potencial de errores de funcionamiento y el "factor de molestia" de hacer frente a un país sometido a sanciones de la UE y los EE.UU. actuará como factor de disuasión en los compradores, sumado además el reducido volumen del que dispone Siria para la venta. Además esta situación complicada en la que se encuentra Damasco generará algún tipo de pedido de “descuento” por parte de los compradores; The Economist Intelligence Unit estima que Siria tendrá que ofrecer un descuento de hasta el 20 % para atraer a los compradores con lo que se van a licuar las ganancias.
Esta situación ha llevado a Siria a buscar nuevos compradores para los 150.000 barriles por día (bpd) que se producen en el país y la meta es atraer a Rusia y China para adquirir ese stock remanente de las sanciones. El Ministro de Finanzas sirio, Mohammad al-Jleilat, señaló que si no se podían colocar en esos mercados se mantendrían como reservas sin que ello signifique el cierre de la producción de los campos petroleros o plantas de extracción sirios.
La prohibición de los países de la UE no solo impacta sobre la importación, compra o transporte de petróleo crudo sirio y productos petroquímicos sino que abarca todas las operaciones de financiación o seguros en relación con las ventas de petróleo por lo que no resulta del todo claro qué impacto tendrá la medida en el mediano plazo con los contratos ya establecidos y qué tipo de acciones deberían emprender aquellos Estados que tienen acciones en empresas petroleras europeas pero que desean mantener el flujo de crudo.
El caso más notorio es la empresa Shell, que aseveró que hasta la última prohibición de la UE se abstuvo de detener las operaciones en Siria argumentando que solo dejará de producir petróleo en Siria a menos que sea obligada a hacerlo por la Unión Europea; el argumento presentado por un funcionario de la compañía era que la detención de las operaciones no habría daño a la gente de Siria más que el gobierno de Al-Assad. Por otro lado, se espera que el petrolero de Shell, "Neverland Star", atraque en el puerto de Banias en algún momento esta semana con un cargamento de petróleo crudo y hasta el momento no fue detenido ni se le ha ordenado que vuelva a su puerto de origen.
El reemplazo de compradores para el crudo sirio no es automático ni es fácil. Los costos de transporte, el potencial de errores de funcionamiento y el "factor de molestia" de hacer frente a un país sometido a sanciones de la UE y los EE.UU. actuará como factor de disuasión en los compradores, sumado además el reducido volumen del que dispone Siria para la venta. Además esta situación complicada en la que se encuentra Damasco generará algún tipo de pedido de “descuento” por parte de los compradores; The Economist Intelligence Unit estima que Siria tendrá que ofrecer un descuento de hasta el 20 % para atraer a los compradores con lo que se van a licuar las ganancias.
Con todo ello, el efecto de las sanciones sobre el petróleo sirio no tendrá un impacto de manera inmediata que conduzca al régimen de Al-Assad a re-evaluar su postura de manera drástica en los próximos días, por el contrario, supone un paréntesis de ingresos en el corto plazo hasta que se canalice el crudo hacia otros mercados; el gobierno se encuentra estabilizado para afrontar en un escenario adverso en los meses subsiguientes debido a su uso de la fuerza y a la lealtad del aparato de seguridad aun con un horizonte financiero poco alentador.
Esto explicaría el incremento de la presión internacional sobre el gobierno sirio. El primer intento para mediar en el conflicto vino por parte de la Liga Árabe que anunció una visita a Damasco, aunque el lunes fue aplazada, después que el Secretario General Elaraby mantuvo una conversación telefónica con el Ministro de Exteriores sirio, Walid Al-Moallem.
El canciller francés, Alain Juppé, instó a Rusia hoy a cambiar su postura sobre Siria y apoyar las sanciones del Consejo de Seguridad contra el gobierno del presidente Bashar al-Assad en su ofensiva contra los manifestantes. Al finalizar la reunión en Moscú, Juppé señaló que la forma en que Siria suprimió las protestas populares era inaceptable y hablo de “graves crímenes” por parte del gobierno sirio en sus acciones.
Las autoridades rusas sostenido en los últimos meses que no iban a apoyar cualquier resolución de sanciones contra Siria y han insinuado que Moscú podría usar su poder de veto dentro del Consejo de Seguridad para impedir la aprobación una medida de ese tenor. Además el Ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, no dio señales de que Rusia -proveedor de armas a Siria y poseedora de una base naval en el Mediterráneo sirio- tenga intenciones de cambiar su posición.
El Viceministro de Relaciones Exteriores, Mikhail Bogdanov, advirtió que cualquier intento de derrocar al presidente sirio por una intervención militar desataría el caos en el Medio Oriente y Rusia se opone categóricamente a las "interferencias" externas. Bogdanov visitó Damasco la semana pasada en un intento de instar al presidente Al-Assad a implementar los cambios políticos y detener la violencia contra los manifestantes.
Esto explicaría el incremento de la presión internacional sobre el gobierno sirio. El primer intento para mediar en el conflicto vino por parte de la Liga Árabe que anunció una visita a Damasco, aunque el lunes fue aplazada, después que el Secretario General Elaraby mantuvo una conversación telefónica con el Ministro de Exteriores sirio, Walid Al-Moallem.
El canciller francés, Alain Juppé, instó a Rusia hoy a cambiar su postura sobre Siria y apoyar las sanciones del Consejo de Seguridad contra el gobierno del presidente Bashar al-Assad en su ofensiva contra los manifestantes. Al finalizar la reunión en Moscú, Juppé señaló que la forma en que Siria suprimió las protestas populares era inaceptable y hablo de “graves crímenes” por parte del gobierno sirio en sus acciones.
Las autoridades rusas sostenido en los últimos meses que no iban a apoyar cualquier resolución de sanciones contra Siria y han insinuado que Moscú podría usar su poder de veto dentro del Consejo de Seguridad para impedir la aprobación una medida de ese tenor. Además el Ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, no dio señales de que Rusia -proveedor de armas a Siria y poseedora de una base naval en el Mediterráneo sirio- tenga intenciones de cambiar su posición.
El Viceministro de Relaciones Exteriores, Mikhail Bogdanov, advirtió que cualquier intento de derrocar al presidente sirio por una intervención militar desataría el caos en el Medio Oriente y Rusia se opone categóricamente a las "interferencias" externas. Bogdanov visitó Damasco la semana pasada en un intento de instar al presidente Al-Assad a implementar los cambios políticos y detener la violencia contra los manifestantes.
Resulta paradigmático que Israel apoye los esfuerzos de Rusia para fomentar el diálogo entre Al-Assad y la oposición. Dorit Golender, embajador de Israel en Moscú, señaló que la cooperación entre Rusia y muchos países en el Medio Oriente se remonta a décadas y que el peso y la influencia de Rusia es un atractivo para las partes en conflicto en Siria para encontrar una solución pacífica, les puede ayudar a resolver los problemas.
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