miércoles, 14 de septiembre de 2011

Avanza el Dialógo Nacional en Siria



Mientras las sesiones de Diálogo Nacional, promovidas y organizadas por el régimen sirio, se llevan a cabo en las universidades y complejos de todo el país, paralelamente se está llevando adelante otro diálogo entre el régimen y sus opositores a poca distancia de esos lugares. Los medios estatales sirios señalaron que las sesiones del diálogo nacional y los debates que se centran en asuntos de la vida diaria, los obstáculos económicos y los problemas de los servicios, además de algunos temas políticos.

La oposición siria elevó el límite de sus demandas durante las sesiones del Diálogo Nacional en varias provincias, por ejemplo los participantes de la sesión en Deraa pidió la sujeción del seguridad estatal, el fin de las detenciones y una oportunidad para que todos los partidos políticos en elecciones imparciales. Las discusiones en Damasco se centraron en los problemas sociales y la necesidad de modificar la Constitución y formular una nueva más moderna; en Aleppo el dominador fue la lucha contra la corrupción y la aplicación de reformas económicas mientras que en Hasaka y Latakia las figuras de la oposición han boicoteado las sesiones del Diálogo.

En Hama, los participantes hicieron un llamado para hacer frente a aquellos que buscan la injerencia extranjera en los asuntos internos de Siria, para mejorar las condiciones de vida, soluciones a los problemas de transporte y los problemas de salud, lucha contra la corrupción y lograr la justicia social. En Tartous, los participantes pidieron por reformas en el sector público, la revisión del sistema fiscal, la aplicación del principio de igualdad de oportunidades y la revisión de algunas leyes sobre la recuperación de tierras.

Las sesiones en Raqqa trataron temas relacionados con las políticas financiera, fiscal de inversión y las prioridades de desarrollo agrícola e industrial; en Sweida, las conversaciones trataron la importancia del diálogo en la mejora de la unidad nacional y ser más fuerte en la cara de cualquier forma de injerencia extranjera y todas las parcelas del oeste, además de poner fin a los grupos terroristas armados. En Quneitra el centro de las conversaciones fue el eje político y la necesidad de adoptar el diálogo constructivo como la única manera de superar la crisis y la reformulación de la Constitución de Siria, además de activar el papel de los medios de comunicación para hacer frente a los últimos acontecimientos.

Cuando los disturbios comenzaron a mediados de marzo, las autoridades anunciaron una serie de medidas destinadas a reducir el descontento popular, al igual que aumentos en los salarios y la reformulación de una nueva constitución que anularía el artículo 8. Anteriormente, los cambios propuestos como hubiesen sonado casi como una herejía dentro de los círculos ba´athistas, ya que durante años se habían negado a tratar el tema del artículo 8 argumentando que preservaba la laicidad del Estado y evitaba que los grupos islámicos -como la Hermandad Musulmana- llegasen al poder.

El artículo 8 se incluyó en la Constitución siria 10 años después de que el partido Ba´ath llegó al poder y desde entonces, los activistas han estado presionando para su eliminación; ese pedido tendría ahora mayores posibilidades ya que las autoridades sirias se están preparando para una Asamblea Constituyente que redactaría una nueva carta magna para Siria que eliminaría el artículo 8. Sin embargo, el artículo 8 no es el único problema dentro de la actual Constitución siria ya que hay fragmentos enteros con un fuerte lenguaje socialista que también deben ser eliminado si tenemos en cuenta que el texto hace referencias sobre el imperialismo occidental, una sociedad sin clases y socialista no resulta viable en el actual contexto social e histórico de Siria.

Un grupo en particular de Damasco, que aglutina a diversas figuras de la oposición local, presentó en una conferencia de prensa un proyecto llamado "Construyendo el actual Estado sirio". Este movimiento político instó a los representantes de las diversas actividades populares, sindicales, personalidades académicas y sociales de todos los espectros de la sociedad y a los partidos políticos, independientes y representantes de la oposición a unirse a sus reuniones de discusión para establecer el núcleo de la discusión nacional y establecer las bases del nuevo Estado sirio democrático y civil.

Tal vez la salida para la situación en Siria pueda provenir de los aportes de grupos sociales que empiecen a generar propuestas que sean atractivas para la sociedad, en vez de proyectar una imagen de profundas divisiones e improvisaciones coyunturales. Obviamente que esta alternativa no podría funcionar dentro del actual contexto de represión ya que los lideres de estos grupos serían secuestrados como ha venido sucediendo, pero con la protección de ONU es viable que la oposición comience a organizarse y se evite la guerra civil entre las diferentes facciones locales.

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