
En junio, por un vídeo de ampliamente difundido en por Internet y en canales de televisión árabes, el teniente coronel Harmouche dijo que estaba desertando porque se había negado a disparar contra civiles desarmados. Harmouche escapó del país y se dice que la cabeza de la llamada "Brigada de los Oficiales Libres", que comprende varios desertores de las filas del Ejército.
El deterioro de la situación en Siria motivó al Consejo de la Federación Rusa, a enviar una misión de investigación a Siria para evaluar de primera mano los hechos en el país. Mikhail Margelov dijo que el Consejo formará una delegación de senadores que llegarán a Siria el lunes, tras haberse reunido con los miembros de la oposición siria y remarcó que Rusia está dispuesta a hacer todo lo posible para encontrar una solución política a la crisis lo antes posible.
El presidente ruso, Dmitry Medvedev, ha advertido sobre lo erróneo del enfoque negro-blanco sobre a la situación en Siria que propone occidente; Medvedev considera que las resoluciones que se aprueben para enviar un fuerte mensaje al régimen sirio deberían ser dirigida a ambas partes –gobierno y oposición- ya que los manifestantes anti-gobierno en Siria no son refinados seguidores de los modelos democráticos europeos. Medvedev dijo que hay diferentes grupos en la oposición, algunos de ellos son extremistas y algunos podrían ser llamados terroristas por lo que la situación no es simple se debe tener en cuenta el equilibrio entre las diferentes de fuerzas e intereses.
La afirmación de Medvedev coincidió con el secuestro de Izzeddin Obeid, Jefe del Partido Al-Baath en Rastan, y su secretario de Abdul-Razzak Al-Dalí. El gobierno de Homs señaló que los funcionarios fueron secuestrados por un grupo armado, los golpearon severamente y se los obligó a declarar en un video que habían desertado del partido; en una entrevista con la televisión siria, Obeid confirmó que un grupo de unos 20 hombres armados irrumpieron en la sede partidaria y lo golpearon para luego llevarlos a un lugar desconocido.
Después de reunirse con Mijail Margelov -enviado ruso para Medio Oriente- la oposición siria dijo que las perspectivas de diálogo con las autoridades de Siria son sombrías y la situación en el país ha llegado a un callejón sin salida. Ammar Qurabi, presidente de la Organización Nacional para los Derechos Humanos en Siria, dijo que la oposición ha expresado su disposición a sentarse a la mesa de negociaciones pero que la única respuesta las autoridades sirias ha sido el derramamiento de sangre.
En el actual contexto resulta poco probable que se pueda instalar una mesa de diálogo que contenga a la oposición y al gobierno en vista a definir una estrategia de reformas adecuadas a los requerimientos de ambas partes. La utilización de la fuerza por parte del presidente Al-Assad inevitablemente conducirá a algunos sectores de la oposición a considerar la opción de armarse para así provocar una resistencia y un posterior levantamiento civil, tal como sucedió en Libia; este hipotético escenario dejaría al país al borde de una guerra civil cuyo resultado no es del todo claro todavía.
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