El Secretario General de ONU, Ban Ki-moon, dijo sobre la crisis de Siria que es muy alarmante y que habría "grandes repercusiones" para el mundo, mientras se registran intensos combates en Damasco; Ban sostuvo que no se sabe cómo se desenvolverán los acontecimientos pero sí se sabe que todos tienen la responsabilidad de trabajar para una resolución de la crisis.
El esfuerzo por asegurar el apoyo de Rusia, al proyecto de declaración respaldando el plan del enviado de Kofi Annan, se diluyó la noche del martes en el Consejo de Seguridad; luego que el órgano de 15 naciones llevó a cabo dos rondas de negociaciones para aprobar una declaración que expresase el "pleno apoyo" a los esfuerzos de paz de Annan mientras amenazaba a Damasco con "nuevas medidas" si no cumplía con las exigencias del Consejo, se pospuso para hoy.
Después de dos horas la sesión de negociación a puerta cerrada, embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, sugirió a los periodistas que Moscú estaba dispuesto a respaldar la declaración redactada por Occidente. Pero un diplomático occidental de alto rango desafió los comentarios de Churkin, diciendo que era el enviado ruso quien presionó para que un retraso en la adopción de la declaración. Si nadie planteaba ninguna objeción, la declaración sería automáticamente aprobada sin votación en un proceso en las Naciones Unidas conocido como "procedimiento de silencio"-lo que finalmente sucedió- con la inclución de una condena por parte del Consejo a los atentados del fin de semana en Damasco y Alepo.
La presión diplomática sobre el régimen sirio continúa y el cierre de embajadas se incrementa mientras prosiguen las operaciones militares contra los opositores. Japón cerrará temporalmente su embajada en Siria, debido a las preocupaciones sobre una escalada de la violencia según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón; el personal destinado a la Embajada de Finlandia, en Damasco, también ha dejado hasta nuevo aviso debido a la debilitada seguridad en el país y los asuntos de la embajada, que normalmente maneja los intereses de Finlandia en Siria, Jordania, Líbano e Irak, serán manejados temporalmente desde Helsinki.
La reunión en Moscú del Ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, con su par libanés, Adnan Mansour, demostró que Rusia y el Líbano tienen casi la misma postura sobre la crisis en Siria. Mansour dijo la semana pasada que el plan de cinco puntos acordado en las conversaciones en El Cairo, entre Lavrov y los ministros de RREE árabes, no requiere la dimisión del presidente sirio; Mansour también sostuvo que Líbano en gran medida sido capaz de controlar la frontera con Siria para reducir el flujo de hombres armados y de armas hacia y desde Siria
Lavrov sostuvo que Rusia estaba dispuesta a apoyar una resolución en apoyo al plan de Annan para solucionar la crisis de Siria, lo que indica que Rusia está dispuesta a aumentar la presión sobre Al-Assad. Sin embargo, advirtió que la resolución no debe convertirse en un ultimátum al gobierno sirio, preparando el escenario para la negociación dura en la redacción del documento en el Consejo de Seguridad.
El electo de Rusia del presidente, Vladimir Putin, y su par de EE.UU., Barack Obama, acordaron reunirse poco después de asunción Putin, prevista para el 07 de mayo, según lo informó el ministro Lavrov. El ministro refirió a los temas del encuentro: las crecientes tensiones sobre el programa nuclear de Irán y la hoja de ruta propuesta como plan de paz por Moscú, instando a evitar las sanciones unilaterales contra Teherán; por otra parte, Siria es el otro punto de la agenda del mapa de Oriente Medio sobre el cual Lavrov dijo que Rusia no tiende a idealizar a Bashar Al-Assad, pero advirtió en contra de culpar al líder sirio de todos los actos violentos que tienen lugar en la región.
La situación en el terreno, luego de los atentados del fin de semana, abre la posibilidad que el conflicto pueda virar hacia una instancia donde todas las partes perderían ya la guerra civil sería un problema mayor y de consecuencias inciertas. El hecho que un grupo islamista -Frente Al-Nusra para la Protección de Levante- se haya atribuido la responsabilidad por los atentados suicidas con coches bomba en el centro de Damasco, para vengar el régimen sirio "masacre de los sunitas" es un dato inquietante para todas las partes tanto dentro del país como fuera.
Asimismo, en el pasado se ha señalado que una función de al-Qaeda era generar la violencia con atentados para provocar una lucha sectaria tal como se vio en Iraq; mientras que activistas de la oposición han acusado al régimen sirio de estar detrás de los atentados. Lo cierto es que en ambas hipótesis, la guerra civil sectaria se extendería por toda la región afectando no solo a Siria sino a la mayoría de sus vecinos; por caso, a principios de marzo el Primer Ministro libanés, Najib Mikati, anunció el descubrimiento de una célula de Al-Qaeda entre las filas del Ejército.
Por esto no sorprende que el Consejo de Seguridad le haya exigido a Siria que implemente de inmediato el plan de paz de Kofi Annan, aunque la declaración presidencial tiene menos peso que una resolución formal, significa un fuerte respaldo a la iniciativa de seis que Annan le propuso a Al-Assad en Damasco, a comienzos de marzo de 2012 mes. Pero también es una advertencia velada sobre el curso de acción internacional en el futuro, ya que después de intensas negociaciones entre las grandes potencias, Rusia y China firmaron el texto elaborado por Occidente.
La aprobación de la declaración es una señal más que Rusia, un aliado cercano de Al-Assad desde el comienzo de las manifestaciones, está endureciendo su posición en el conflicto sirio. El núcleo de la declaración de seis puntos de Annan gira en torno a una propuesta de paz, el cese al fuego entre las partes, el diálogo político entre el gobierno y la oposición y el pleno acceso de las agencias humanitarias. Aunque este último punto está contenido en el último proyecto de resolución redactada por EE.UU. y solicita que Siria le permita el acceso de personal y ayuda humanitaria al país.
Cabe destacar que la declaración del Consejo de Seguridad insta al "gobierno sirio y a la oposición a trabajar de buena fe con el enviado hacia una solución pacífica de la crisis de Siria”. Este paso envía in mensaje fuerte y claro al gobierno sirio, pero también lo hace para todas las demás partes dentro de Siria que tienen que responder rápidamente el plan de seis puntos, como los insurgentes y opositores al régimen sirio.
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