En una carta enviada al Consejo de Seguridad, para evaluar la situación en el terreno desde el alto al fuego que entró en vigor el 12 de abril, el Secretario General de ONU, Ban Ki-moon, dijo que Siria no había cumplido con casi todos los puntos -de los seis previstos- en el plan de paz. En Nueva York, el Consejo de Seguridad tiene previsto hoy una reunión para debatir sobre la viabilidad de la misión de observación, dada la tensión que ha surgido con el gobierno sirio.
Además, el gobierno del presidente Al-Assad rechazó una solicitud formulada por el grupo de avanzada de observadores de ONU para visitar la ciudad de Homs, donde los activistas dijeron que el gobierno continuó con los bombardeos a los barrios que albergan a los rebeldes. Por otra parte, un tiroteo estalló mientras los observadores de ONU conducían a través de una manifestación contra el régimen en un suburbio de Damasco.
Si bien los videos no pudieron ser confirmados, el Observatorio para los DDHH de Siria con sede en Londres, dijo que las fuerzas de seguridad sirias dispararon contra los manifestantes en el barrio de Arbeen, hiriendo a ocho personas; el portavoz de Annan, Ahmad Fazwi, solo confirmó que los observadores estuvieron ayer en Arbeen.
Estos incidentes han planteado dudas e interrogantes sobre la seguridad de los observadores y el cumplimiento, por parte del gobierno sirio, del plan de paz. A pesar de la persistente violencia, la comunidad internacional se muestra reticente a declarar que el alto el fuego ha fracasado, en parte porque es visto como la única manera de terminar el derramamiento de sangre en Siria. Otras opciones, como una intervención militar extranjera, armar los opositores de Al-Assad o sanciones económicas no han sido descartadas, pero no ofrecen una solución rápida.
China señaló que estaba considerando la posibilidad de enviar observadores para supervisar la tregua en Siria, ya que cada vez más se teme su posible suspención. Liu Weimin, vocero de la cancillería china, dijo que Beijín estaba "considerando seriamente la cuestión del envío de personas a unirse a los observadores de la ONU" pero no dio más detalles.
El Primer Ministro y presidente electo, Vladimir Putin, ordenó el fin de los suministros de armas, incluyendo misiles antitanque y lanzadores de granadas después que un cargamento ruso con municiones fue interceptado en enero pasado y le valió una oleada de críticas; Susan Rice, embajadora de EE.UU. ante ONU, dijo entonces que los envíos de armas rusas al régimen sirio eran "una gran preocupación”.
Rusia tiene contratos con Siria para suministrar municiones, pistolas, metralletas, ametralladoras, misiles antitanque y granadas propulsadas por cohetes por un valor de entre u$s 250 millones y u$s 400 millones, según el Centro para el Análisis de Estrategias y Tecnologías, un grupo de investigación que asesora al Ministerio de Defensa. Viacheslav Davidenko, portavoz de Rosoboronexport, el monopolio de exportación de armas de Rusia, se negó a comentar sobre las ventas a Siria.
Por otra parte, Rusia no tomará parte en una reunión ministerial internacional dentro de la Cumbre de los “Amigos de Siria”, que se celebrará hoy en París; el portavoz del Ministerio de RREE ruso, Alexander Lukashevich, dijo que el enfoque de Rusia es bien conocido. Lukashevich señaló que estas reuniones son "unilaterales" porque no hay representantes del gobierno sirio han sido invitados, además esta reunión es, aparentemente, no está dirigida a buscar las bases para poner en marcha el diálogo, en Siria sino a profundizar las divisiones entre la oposición y Damasco fomentando el aislamiento internacional de este último.
Antes de la reunión de París, Sarkozy repitió las llamadas para crear corredor sanitario para las organizaciones de ayuda -con la aprobación de Siria o por un mandato internacional- para distribuir alimentos y medicinas a cerca de 1 millón de civiles. En la reunión del jueves, los 14 ministros de Relaciones Exteriores harán un balance de los últimos acontecimientos en Siria y discutirán planes de contingencia, por si el plan de paz comienza a desmoronarse.
El canciller francés, Alain Juppé, adelantó que una misión de observadores de requeriría de entre 300 y 400 personas para supervisar adecuadamente todo el país, mientras que el gobierno sirio sostiene que 250 observadores es más que razonable.
El barco de propiedad alemana que supuestamente transporta armas para Siria ha ingresado al puerto de Iskenderun y será inspeccionado por las autoridades turcas. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía, con la ayuda de las fuerzas de aduana y policiales, se apoderó de los documentos de la nave durante una breve visita ayer, cuando también identificaron explosivos, equipo militar y otros cuatro tipos de carga.
Un funcionario de la aduana turca adelantó que, conforme a los procedimientos del gobierno, confirmaron que no estaba claro cuánto tiempo duraría la búsqueda; Turquía está aplicando un embargo de armas de la UE sobre Siria, en reacción a los13 meses de represión contra los manifestantes.
La reunión París vendrá sólo dos días después que el grupo de trabajo busca aplicar nuevas sanciones contra el régimen sirio. Lukashevich dijo que las nuevas sanciones eran "contra las decisiones consolidadas por el Consejo de Seguridad de la ONU" con respecto al plan de Annan. Las decisiones en París responden más a una respuesta homogénea frente a la posible caída del plan de Annan que a una solución del conflicto sirio.
Siria y ONU firmaron hoy el acuerdo sobre los términos de los observadores para supervisar el alto al fuego, pero las disputas diplomáticas siguen ya que queda por delante convencer a Occidente que la misión tendrá el poder necesario para garantizar la tregua. Diplomáticos estadounidenses y europeos dentro del Consejo de Seguridad han sugerido que la falta del pleno cumplimiento sirio del cese al fuego hace que sea difícil para ellos apoyar una misión de observación ampliada.
Rusia y China aprobarán una única misión que exige el consentimiento del gobierno de AlAssad, que confirió a Damasco un veto sobre su mandato. La discusión se había centrado en una fuerza de más de unos pocos cientos de personas, una pequeña fracción del tamaño de las fuerzas de mantenimiento de la paz que normalmente se implementa en zonas de conflicto. No quedó del todo claro para que serán utilizados los medios aéreos pedidos por ONU: Al-Muallem señaló que Siria está dispuesta a prestar su Fuerza Aérea para el uso de la misión que según "Como lo hemos entendido, se necesita son helicópteros para evacuar a los heridos. Si ese es el problema, tenemos las capacidades de nuestra Fuerza Aérea para llevar esto a cabo"; mientras que del lado de los observadores se busca una libertad de movimiento para evitar los errores de la misión de la Liga Árabe.
Hasta ahora la misión de observadores en el terreno han tenido suerte dispar: solo han podido visitar sin incidentes a Deraa; hubo problemas cuando fueron a Arbeen –un suburbio de Damasco- donde una multitud anti-Al-Assad se reunió rápidamente y estallaron los disparos. Los monitores también han pedido ir a Homs, donde el bombardeo ha continuado, pero las autoridades sirias no lo han permitido hasta ahora.
Aunque el Ministro Al-Muallem, prometió que el régimen respetará el alto el fuego y retirará las tropas de los centros urbanos, de acuerdo a lo establecido en el plan de Annan, poco de esto se ha cumplido; de hecho el régimen ha violado las fechas límites para replegarse de las ciudades y el alto al fuego no es estricto.
Sin embargo, la comunidad internacional no tiene nuevas opciones o alternativas para poner en la mesa de negociaciones si colapsa la actual tregua, por lo que el régimen sirio no sería cuestionado más allá de lo retórico.
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