En una reunión en Beijing con su homólogo chino, Yang Jiechi, el Ministro de Exteriores sirio, Walid Al-Muallem, dijo que el gobierno sirio "honrará y pondrá en práctica" su compromiso de retirar el ejército de las ciudades y que cooperará con los observadores de ONU que llegan al país, a pesar de continuos ataques del régimen en las zonas rebeldes. En breves comentarios fuera de la Embajada de Siria en Beijín, Muallem dijo que posiciones sirias y chinas van a seguir siendo muy estrechas, aunque desde que se asumió formalmente la tregua Siria ha violado las disposiciones clave al no remover los tanques, tropas y agentes de seguridad de las calles.
Las declaraciones de Yang, al finalizar la reunión con Al-Muallem, fueron más duras que en el pasado, lo que podría señalar que Beijín está buscando un progreso en la reducción de la violencia para que se reduzcan las críticas sobre la posición china de bloquear la acción del Consejo de Seguridad sobre Siria. Anteriormente Liu Weimin, portavoz de la cancillería china, dijo que la invitación a Al-Muallem para visitar Beijín era una parte de los esfuerzos de China para enfrentar la crisis; Weimin también expresó la predisposición china para desempeñar un papel fundamental y estructural en la búsqueda de una solución justa, pacífica y adecuada, y adelantó que los líderes de la oposición siria podría visitar China en un futuro próximo.
El coronel marroquí, Ahmed Himmiche, jefe del equipo de avanzada de la ONU dijo que el número de observadores ahora es de siete pero que espera lleguen a 30 en un par de días, e hizo hincapié en que la tarea de los observadores depende del compromiso de los funcionarios sirios y las otras partes. Medios de comunicación privados sirios, informaron ayer que el equipo de la ONU se reunió con funcionarios sirios con el fin de alcanzar un acuerdo sobre un protocolo para regular el trabajo de los observadores sobre el terreno.
Al-Muallem dijo que no más de 250 observadores son necesarios y que debe venir de lo que él llamó " países neutrales" como Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, todos los que han sido más favorable a Al-Assad que Occidente y los Estados de la Liga Árabe. El grupo de avanzada de 7 cascos azules -dirigidos Himmiche- de Marruecos, recorrió hoy pueblos cercanos a Damasco en dos Land Cruisers blancos de la ONU con una escolta de la policía siria; en Erbin el convoy fue rodeado por manifestantes anti-gubernamentales que coreaban demandas para armar a los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS) y una bandera con la leyenda "El carnicero sigue con los asesinatos. Los observadores siguen observando, y la gente sigue con su revolución Sólo queda inclinarse ante Dios" fue desplegada sobre el vehículo.
Mientras los funcionarios sirios se reunían con sus pares chinos, Francia es la sede del nuevo encuentro del Grupo “Amigos de Siria” al que ya confirmaron su asistencia 14 Ministros de RREE de países como Alemania, EE.UU., Jordania, Marruecos, Qatar y Arabia Saudita asistirán a la Cumbre; pautada para el jueves la reunión de ministro, se espera que se discuta de la situación, el envío de un fuerte mensaje a Damasco y expresarle apoyo a Annan, según adelantó el canciller francés, Alain Juppé.
Durante la reunión del martes, con las delegaciones de 50 países, Juppé pidió mayores sanciones contra Siria y la imposición a Al-Assad para que ponga en práctica el plan de Annan; Juppé, dijo que se necesitaba más que sanciones para contrarrestar la ayuda que se le proporciona a régimen sirio. Aunque no mencionó a los directamente a los países, diplomáticos señalan que Rusia suministra armas y otro tipo de ayuda al régimen de Al-Assad mientras que Líbano, Jordania e Irak siguen negociando con Siria.
Al respecto, un barco de propiedad alemana sospechado de transportar armas y municiones que se dirigían a Siria, está siendo remolcado hacia el puerto turco de Iskenderun para una inspección. El Ministerio turco de Asuntos Exteriores y funcionarios portuarios dijeron que el barco estaba siendo remolcado al puerto que se encuentra a poco más de 100 km al norte de Siria, bajo la sospecha que llevaba armas; si bien las autoridades no pudieron confirmar si había armas a bordo, dijeron que estaban planeando inspeccionar toda la carga de la nave.
Si bien Rusia y China han bloqueado los esfuerzos occidentales dentro del Consejo de Seguridad para sancionar al régimen sirio por su represión, esta acción no será indefinida y es por ello que ambos Estados deben exigirle a Al-Assad que cumpla con algunas de las exigencias del plan de Annan. Sin embargo, los países occidentales y árabes han congelado y prohibido el comercio con Siria, por lo que las complicaciones van a aparecer independientemente de las posiciones dentro del Consejo de Seguridad.
El cese al fuego no soluciona el núcleo duro de problemas, es un medio para estabilizar una situación sumamente delicada, pero la falta de un abordaje comprensivo de los problemas previos al cese al fuego pone en dudas las perspectivas a largo plazo de solucionar el conflicto en Siria. La tregua en curso beneficia al régimen sirio, ya que frena la posibilidad que el tema sea tratado en el Consejo de Seguridad -restándole presión de Occidente-, pero deja las opciones en manos de Al-Assad.
Es innegable que una serie de países con intereses en Siria desean que el gobierno de Al-Assad sea depuesto y por eso apoyan a la oposición en este punto, que sin lugar a dudas es un obstáculo para las negociaciones; cuando ayer el canciller ruso, Sergei Lavrov, denunciaba que "fuerzas externas" continuaban dándole apoyo a la oposición socavaban el alto el fuego era verdad. De la misma manera que Rusia sigue proveyendo de armas a Damasco.
La disputa entre los países sunitas del Golfo contra el chiita Irán hace que tomen partido por uno y otro bando en el conflicto sirio, lo que dificulta el dialogo y fuerza a creer que la opción se limita a la caída del régimen o a su triunfo total; el punto clave es que la oposición no soportará un cese al fuego indefinido sin diálogo político pero el mismo se encuentra condicionado por la demanda de renuncia de Al-Assad como condición previa. En esta charla de sordos, es posible que se diluya el espíritu de la revolución siria.
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