El presidente ruso, Vladimir Putin no ha llegado a un acuerdo con Arabia Saudita sobre una reducción en su apoyo al presidente sirio, Bashar Al-Assad,
a cambio de incentivos económicos, incluyendo compras de armas por u$s 15.000 m
y la venta de gas a UE, según lo dijo el Kremlin. El asesor de política
exterior de Putin, Yuri Ushakov, dijo que no se había discutido mucho en
detalle y que tanto el Príncipe Bandar como Putin "demostraron una similar
preocupación por el conflicto en Siria”.
Rusia aplazó la entrega de un lote de sistemas de defensa de misiles S-300 para Siria, a pesar de haber recibido el pago anticipado. La entrega,
prevista para la primavera de 2013, se ha retrasado hasta junio de 2014, según el
diario ruso Vedomosti, citando un informe anual de la empresa Avangard; el informe de Avangard -no disponible en el
sitio web de la compañía – precisa que recibió una carta sobre el segundo de
dos envíos a Siria de los S-300, de acuerdo a una decisión del monopolio ruso de
exportación de armas, Rosoboronexport.
La carta llegó el 3 de abril y precisa que Avangard debe posponer la entrega del segundo lote de 48N6E2 misiles S-300 en el marco del contrato con Siria, hasta junio de 2014, debido a la inestabilidad que experimenta el país
árabe; el informe también dice que la
empresa recibió el pago avanzado de unos u$s 7,3 millones de un contrato total
por u$s 1.000 millones para la provisión de 4 baterías S-300 en 2011.
La situación es similar a la sucedida con los aviones Mig-29, luego que el jefe de la corporación MiG -Sergey Korotkov- puso en espera la entrega de 4 de los 12 MiGs contratados en 2007. La cooperación militar entre Rusia y
Siria comenzó a debilitarse en junio de 2012 luego que la entonces Secretaria
de Estado, Hillary Clinton, acusó a Moscú de suministrar helicópteros de
combate al gobierno de Assad, una medida que según la funcionaria
norteamericana "escaló el conflicto de manera espectacular. "
El Vice Primer Ministro sirio, Qadri Jamil, dijo en una visita a Moscú en julio de 2013 que todos los contratos de armas seguían en curso. No se
espera que Damasco impulse una entrega más rápida de los sistemas o que exija
su depósito, debido a la necesidad que tiene el régimen sirio del apoyo de
Rusia; adicionalmente Moscú ya ha molestado a los Estados occidentales y árabes
que se oponen al presidente Bashar Al-Assad con sus vetos en el Consejo de
Seguridad y el apoyo militar brindado en las diferentes etapas del conflicto
sirio.
La idea de que Rusia podría retirarle el apoyo a Al-Assad a cambio
de un par de negocios de armas y garantías de distribución de gas son poco
serías, ya que esta no es una situación donde simplemente se pueda comprar una decisión;
Rusia no está apoyando a Siria simplemente para mantener un mercado para su
industria de armas ni temen a la competencia por el gas del Golfo en la UE. El mayor temor de Rusia es del Estado sirio se
está cayendo y deja un peligroso vacío y Moscú cree que la integridad del
régimen de Al-Assad sigue siendo el mayor garante contra este caos en desarrollo.
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