miércoles, 16 de mayo de 2012

Al-Assad advierte a los paises que siembran el caos en Siria


Un equipo de observadores internacionales de ONU fue evacuado hoy de Khan Sheikhounun, día después que su convoy fue alcanzado por una bomba en la carretera; los vehículos del equipo quedaron dañados por la explosión durante una misión. Ninguno de los observadores fue herido, pero tuvieron que pasar la noche con las fuerzas rebeldes en la zona, según lo informó el líder local del Ejercito Libre Sirio (ELS), My. Sami Al-Kurdi.

El atentado es el segundo que sufren los observadores de ONU, desde el inicio de sus actividades en Siria; la semana pasada, una bomba golpeó un camión militar siria en el sur del país, apenas unos segundos después que el líder del equipo –My. Gral. Robert Mood- pasó en un convoy. No estaba claro qué tan cerca estaban los observadores de los disparos efectuados durante los funerales de otras víctimas en el lugar, pero si se confirma, un ataque al régimen de la población civil directamente en frente de la misión de observación de ONU podría poner presión sobre ellos para describir públicamente lo que están viendo en Siria.

Envalentonados por la presencia de los monitores, algunos residentes comenzaron a manifestarse más cerca de los puestos de control del gobierno de que lo harían normalmente. Cuando estaban a corta distancia, los activistas en el lugar sostienen que soldados abrieron fuego, y en ese momento los vehículos de ONU fueron dañados. Un video amateur publicado en Internet mostró el primer vehículo dando bandazos y, a continuación la lista, su capó delantero fundido y abierto, después de una fuerte explosión.

Siria boicoteó una audiencia de ONU sobre la tortura, para evitar un interrogatorio sobre la represión contra la población civil durante una la insurrección civil; pero la sesión siguió adelante sin que nadie de la delegación siria estuviese para responder mientras que se informó que una segunda sesión está programada para el viernes. La lista de acusaciones contra Siria fue tan larga que tomó varios minutos para que el presidente de la comisión, Claudio Grossman, describiese los abusos denunciados; entre ellos la violación de niños, el uso de francotiradores, descargas eléctricas, violaciones, ataques contra manifestantes hospitalizados, uso de armas pesadas en las zonas urbanas y ejecuciones sumarias.

En noviembre de 2011, Grossman le había pedido a Siria que informar al Comité debido a informes de "violaciones masivas de los DDHH que tienen lugar en un contexto de impunidad total y absoluta", de acuerdo a la correspondencia publicada por el Comité. Siria respondió el 20 de febrero de 2012 diciendo que la información de la comisión era "nada más que las acusaciones" y exigió "una aclaración detallada con el fin de evitar el desperdicio de nuestro tiempo y de la comisión", Damasco dijo que ofrecería más información en un informe en 2014.

El presidente sirio, Bashar al-Assad, dijo a Rossia-24 -el canal estatal de noticias ruso- que los países que tratan de "sembrar el caos" en Siria luego podrían ser infectados ellos mismos, en una aparente advertencia a los Estados árabes del Golfo que les podría volver la insurgencia dirigida por ellos. La entrevista, que se llevó a cabo por un periodista de la televisión rusa en Damasco, se llevó a cabo en inglés pero doblada al ruso, sirvió para que el presidente sirio acusase a Occidente de ignorar la violencia de la oposición y quejarse por un aumento de "ataques terroristas".

Al-Assad denunció a la oposición armada como una banda de "criminales" entre los que figuran los extremistas religiosos, incluidos los miembros de Al-Qaeda; el líder sirio sostuvo que "no es un ejército y no es libre" sino que está luchando contra el régimen junto a muchos "mercenarios extranjeros" de los países árabes. Cuando el entrevistador le preguntó a Al-Assad sobre los errores cometidos o que hubiese cambiado, el presidente sirio señaló que "La opinión pública después de la crisis termine mostrará en que teníamos razón y en que estábamos equivocados. Pero ahora todavía estamos en la crisis. Vamos a hablar más adelante acerca de los errores”.

El presidente sirio dijo que los países hostiles, a él y a su gobierno, pueden haber creído que seguiría los pasos de los cuatro líderes árabes expulsados después de las protestas populares, pero “para los líderes de estos países, cada vez es más claro que esto no es 'Primavera', sino el caos y como ya he dicho, si siembran el caos en Siria todos serán contagiados por este”, en referencia a las consecuencias que tendría para la región la desestabilización de Siria.

El canal oficial de televisión siria, "Suriya", emite entrevistas con los hombres confesando actos de violencia en un intento del régimen sirio de manchar la imagen de los opositores; sin embargo, las entrevistas son objeto de burla por muchos sirios y un ex-productor dijo que muchas confesiones son falsas. Los medios de comunicación están propiciando que se instale el pensamiento que los disturbios en el país son el resultado de una conspiración terrorista islámica en lugar de un levantamiento popular contra el gobierno del presidente Al-Assad.

Pero las inconsistencias en las confesiones apuntan más a una campaña de desinformación llevada a cabo por el canal "Suriya" que a verdaderos relatos sobre los actos de violencia en el terreno. Una confesión se hizo famosa especialmente en Siria, cuando el confesor, Ghassin Selawaya de Latakia, parecía estar jugando con las demandas de los productores; otras confesiones fueron realizadas por ladrones y criminales que se acercan al final de su condena y se les prometió que serían puestos en libertad si confesaban delitos inventados.

El presidente Al-Assad ha señalado que si su gobierno cae, el caos en la región afectará inclusive a los Estados que promueven a los rebeldes; esta declaración es una señal que el régimen sirio está dispuesto a mantenerse hasta el final y que aprendió de los “errores” de los otros líderes depuestos por la “Primavera Árabe”. La posibilidad de una reforma política depende ahora de la voluntad del presidente sirio, que no percibe ninguna amenaza externa o interna en el horizonte, por lo que no sería un imperativo hacer cambios en el corto plazo.

La amenaza de radicalización del conflicto sirio será una excusa más para que el aparato de seguridad sirio justifique las violaciones al alto el fuego y para demorar cualquier dialogo con la oposición. La sociedad siria no recibe mucha información y la poca que le llega es oficial, por lo que una oposición interna contra el régimen será más improbable mientras que se potenciará el rechazo a los opositores que producen los “actos terroristas” con ataques suicidas.


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