jueves, 10 de mayo de 2012

Las dos bombas en Siria condicionan el cese al fuego


Dos ataques suicidas con coches bombas mataron a 55 personas e hirieron a 372 en Damasco, según informaron los medios estatales, convirtiéndose en los ataques más sangrientos ocurridos en la capital siria desde el inicio de las revueltas, en marzo de 2011. El Ministerio de Relaciones Exteriores sirio dijo que los ataques son una señal que existe un fuerte apoyo desde el extranjero para el terrorismo doméstico e instó al Consejo de Seguridad a luchar contra los países o grupos, que apoyan este tipo de violencia.

El primer coche bomba estalló en una autopista de seis carriles, durante la hora pico de la mañana, derribando un muro de seguridad fuera del edificio de gobierno y de atraer a la gente a la escena, dijeron testigos. Una explosión, mucho más potente siguió inmediatamente, sacudiendo al vecindario y el establecimiento; docenas de coches ardieron en llamas levantando una nube gris visible alrededor de la capital y, de acuerdo al Ministerio del Interior los atacantes suicidas detonaron unos 1.000 kg. de explosivos.

Estas nuevas series de grandes ataques en Siria han generado diversas teorías, incluidas las que sostienen que podrían ser auto-infligidas por agentes de seguridad para desacreditar a los rebeldes o aquellas que pretenden mostrar el surgimiento de Al-Qaeda vinculando a los sectores islámicos sirios con las habilidades perfeccionadas en el conflicto de Irak. Nadine Haddad, candidato en las elecciones parlamentarias del pasado lunes, culpó al Primer Ministro de Qatar -jeque Hamad bin Jassim Al-Thani- quien también ha sostenido la necesidad de armar a los insurgentes sirios.

El capitán Ammar Al-Wawi, un líder del Ejército Libre Sirio (ELS), condenó los ataques y negó que su grupo estuviese involucrado pero acusó al gobierno de organizar los atentados para volcar a la sociedad siria y a la comunidad internacional contra los rebeldes. Por el momento, nadie se atribuyó la responsabilidad pero un grupo radical denominado “Frente Al-Nusra”, ha reivindicado otros ataques en el pasado a través de declaraciones en los sitios web militantes; se sabe poco sobre el grupo, pero las agencias de Inteligencia occidentales coinciden en que este grupo podría ser la rama de Al-Qaida en Irak.

Las acusaciones mutuas, por parte del régimen y la oposición, sobre quién fue el responsable de los ataques han profundizado los temores de una guerra civil en el corto plazo. La situación se ha complejizado en los últimos días, ya que las líneas sunita-alawitas están entrando en tensión y será cuestión de tiempo que las fricciones religiosas se mezclen con las demandas políticas pre-existentes.

El embajador sirio ante ONU, Bashar Jaafari, dijo en el Consejo de Seguridad que ciudadanos británicos, franceses y belgas estaban entre los combatientes extranjeros muertos en el conflicto sirio y destacó la posible participación de Al-Qaeda; Jaafari afirmó tener una lista con “12 nombres de terroristas extranjeros muertos en Siria, entre ellos un ciudadano francés, un ciudadano británico y un ciudadano belga". El embajador dijo a la prensa que los detenidos eran principalmente tunecinos y libios, pero que había un palestino y un jordano-

Las condenas internacionales no se hicieron esperar, los aliados y opositores al régimen sirio mostraron su rechazo a los atentados. Victoria Nuland, portavoz del Departamento de Estadode EE.UU., dijo que "cualquier tipo de violencia que de como resultado una matanza indiscriminada de civiles y daños, es reprochable y no puede justificarse". El vocero de la cancillería china, Hong Lei, dijo que China ha enviado personal a participar en las actividades de la misión de paz (UNSMIS) y continuará apoyando y cooperando, además Lei señaló que su país espera que todas las partes sirias, cumplan efectivamente con el compromiso de detener la violencia.

Rusia condenó el doble atentado acusando a países extranjeros no especificados de fomentar este tipo de violencia y remarcó que Moscú no cederá a las presiones para cambiar su postura sobre la resolución del conflicto. En una reunión con el embajador sirio en Moscú, Rusia, el viceministro de Relaciones Exteriores, Mikhail Bogdanov, denunció que "algunos de nuestros socios extranjeros están haciendo cosas prácticas para que la situación en Siria estalle, en un sentido literal y figurado”.

El Secretario General de ONU, Ban Ki-moon, dijo que el gobierno sirio y la oposición deben "tomar distancia" de los ataques terroristas y reiteró su llamado, a todas las partes en el conflicto, para que cesen la violencia; Ban señaló que “ONU condena enérgicamente los atentados en Damasco” y pidió una vez más a todas las partes que respeten la resolución 2043 del Consejo de Seguridad -que establece una fuerza de vigilancia del alto al fuego- como parte del plan de paz que Al-Assad suscribió con el enviado especial, Kofi Annan.

La reciente escalada de violencia en Siria, cuyo punto culmine es el doble atentado de hoy, ha elevado la cifra de muertos dentro del marco del cese al fuego y ha llevado al país al borde de una guerra civil que podría significar el fin de la misión de la ONU. El régimen del presidente Al-Assad no ha implementado el plan de seis puntos negociado por Annan mientras que la oposición armada ya no está liderada por el ELS y se está desbordando hacia sectores radicalizados.

Hoy Siria se acerca peligrosamente a una guerra civil político-religiosa, mientras que desde la comunidad internacional no hay un plan B ante el posible fracaso de la iniciativa de Annan.


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