jueves, 2 de agosto de 2012

Asamblea General de ONU pedirá la renuncia a Al-Assad


Los países árabes siguieron adelante ayer con un proyecto de resolución para la Asamblea General de la ONU que pide al presidente sirio, Bashar Al-Assad, su renuncia y la entrega del poder a un gobierno de transición; también demanda que el ejército sirio ponga fin a su bombardeo y los ataques de helicópteros y retirarse a sus cuarteles. La votación está programada para la mañana del viernes y supone un golpe a Rusia y China ya que "deplora el fracaso del Consejo de Seguridad para actuar” debido a los vetos recurrentes de Moscú y Pekín -en tres ocasiones- para aplicarle resoluciones que podrían haber abierto la puerta a las sanciones contra Siria.

La presente resolución de la Asamblea General es un proyecto escrito por Arabia Saudita y que cuenta con el apoyo de Egipto y Bahrein, es un intento de sortear el bloqueo en el Consejo de Seguridad; fuentes en ONU adelantaron que los países árabes podrían re-escribir algunas de las disposiciones del proyecto de resolución para garantizar el voto de la mayoría. La resolución además condena la creciente utilización de armas pesadas -incluidos tanques y helicópteros- por el ejército sirio, el fracaso para retirar sus tropas y armas pesadas y se pide que el primer paso en el cese de la violencia sea hecha por las autoridades sirias.

Rusia pidió que las sanciones y la renuncia del presidente Al-Assad sean suprimidas del texto del proyecto de resolución de la Asamblea General. Las exigencias de la nueva versión sobre que las autoridades sirias se abstengan de utilizar armas químicas y biológicas contra la oposición y asegurar su almacenamiento seguro, no han sido cuestionadas por Moscú.

El grupo de cinco naciones de las grandes economías emergentes o BRIC –Brasil, Rusia, India y China- anunciaron que votarán en contra de la resolución de la Asamblea General.

El presidente ruso, Vladimir Putin, y el Primer Ministro británico, David Cameron, discutieron hoy la situación de Siria en ocasión de la visita del presidente ruso a Gran Bretaña -la primera en 7 años- antes de ver el judo en los Juegos Olímpicos. El Kremlin dijo ayer que Putin defiende firmemente la posición de Rusia sobre la crisis tal como lo hizo en la cumbre del G8; Dmitry Peskov, portavoz de Putin, señaló que esperaban tener otra oportunidad para explicar la posición rusa sobre la crisis siria.

Gran Bretaña prometió más apoyo para los rebeldes después del último veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad a una resolución contra el régimen de AlAssad, el mes pasado. A pesar de las tensiones sobre Siria, Cameron espera para sellar importantes acuerdos comerciales con Putin antes de viajar al centro ExCel, a ver la competencia de judo.

El Secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, y el Rey Abdullah II de Jordania discutieron ayer no sólo acerca de cómo lidiar con la crisis siria, sino también las perspectivas de la transición política en la Siria pos-Al-Assad. El Departamento de Defensa ha llegado a niveles sin precedentes de cooperación con la Fuerzas Armadas de Jordania; EE.UU. también trabajará con Jordania para explorar la forma de seguir prestando ayuda humanitaria a los afectados por la violencia ya que Jordania actualmente acoge a más de 145.000 sirios.

En el plano militar, los rebeldes sirios bombardearon la base aérea de Menagh que es utilizada por las fuerzas del régimen para atacar el norte de Aleppo; el aeropuerto militar está a 30 kilómetros de la ciudad y fue bombardeado por un tanque capturado previamente por los rebeldes. Esta instalación militar era utilizada por helicópteros y aviones que disparaban contra Aleppo.

El presidente Barack Obama firmó una orden secreta autorizando el apoyo de EE.UU. a los rebeldes sirio, fuentes cercanas dijeron que la orden de Obama fue aprobada a principios de este año y se conoce en Inteligencia como un "hallazgo", y en términos generales permite a la CIA y otras agencias de EE.UU. a proporcionarle apoyo a los rebeldes. La Casa Blanca, por ahora, solo ha suministrado asistencia “no letal” (radios, encriptadores, etc.) a los rebeldes por unos u$s 25, aun contra la opinión de algunos aliados de EE.UU. que desean armas letales.

Sin embargo el procedimiento no están sencillo y otros memorandos tendrían que ser firmado por Obama para autorizar las operaciones clandestinas específicas para apoyar a los rebeldes sirios; la semana pasada la Casa Blanca había elaborado una directiva que autorizaba una mayor asistencia EE.UU. encubierta a los rebeldes sirios pero no estaba claro si Obama lo había firmado.

Sin embargo, en las últimas semanas han habido mejoras notables en la coherencia y la eficacia de los grupos rebeldes sirios, ello representa un cambio significativo en las operaciones de los rebeldes que previamente eran desorganizadas e improvisadas. Hay indicios que las agencias norteamericanas no han estado involucradas en el suministro de armas a los opositores de Al-Assad; pero los ataques de Damasco contra la cúpula de Defensa demandaron una Inteligencia que los rebeldes no poseen y que si le puede haber sido suministrada por los aliados.

EE.UU. le ha estado diciendo por semanas que los gobiernos árabes que tratan de derrocar a Al-Assad -entre ellos Arabia Saudita y Qatar- que deben adoptar un enfoque mesurado y pensar dos veces antes de proporcionar armas que podrían tener consecuencias no deseadas; ya que estado presionando para que los rebeldes reciban misiles portátiles anti-aéreos. La situación en Aleppo podría inclinarse a favor de los rebeldes si estas armas llegan a tiempo.

La renuncia del ex Secretario General, Kofi Annan, a su cargo de enviado de paz internacional para Siria, marca la frustración que sienten varios sectores por que se señala a ONU como responsable ante la falta de una solución política, mientras la rebelión es cada vez más sangrienta. EE.UU. dijo que la decisión de Annan pone de relieve el fracaso de Al-Assad en cumplir con su promesa de cumplir con el plan de alto el fuego; Rusia, un aliado clave de Siria también dijo que lamentaba la decisión, mientras que Gran Bretaña dijo la renuncia ha puesto de manifiesto que el proceso de mediación no estaba funcionando.

La Asamblea General no tiene ningún mecanismo para hacer cumplir una resolución de manera coercitiva, pero una votación abrumadora tiene un fuerte mensaje moral y simbólico sobre el pensamiento de la comunidad internacional. Si es aprobada la resolución no vinculante, tendría un efecto limitado sobre la situación de Siria, pero sería una muestra de apoyo de la comunidad internacional y los rebeldes quedarían a un paso de su reconocimiento internacional –tal como les sucedió a los rebeldes libios- y el conflicto sirio comenzaría a regirse por la Convención de Ginebra.

El tema de los suministros de armas a los rebeldes, por parte de los Estados occidentales y árabes, es un verdadero problema. La situación no se resolverá en el plano político sino que serán en las calles de Siria, por lo que difícilmente luego de la caída de Al-Assad se logre una unificación política; los grupos con la mayor cantidad y capacidad derivada de sus armas tendrán el poder para conformar un gobierno.


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