martes, 7 de agosto de 2012

Siria colapsa en cámara lenta


El nuevo Primer Ministro interino sirio, Omar Ghalawanji, se reunió con su gabinete después que el Primer Ministro Riad Hijab desertó a la oposición; el ministro de Información, Omran Al-Zoubi, confirmó indirectamente la salida Hijab, diciendo que cualquier persona que huye del país e ilegítimamente abandona un puesto en el gobierno, muestra una falta de conciencia política y nacional. Al-Zoubi rechazó los informes que indicaban que otros ministros habían salido de Siria y remarcó que todos ellos asistieron a la sesión del gabinete.

El coronel Riad Al-Asaad -comandante del Ejército Libre Sirio (ELS)- dijo que Hijab dejó el país con otros tres ministros del gabinete, durante una entrevista desde la frontera turco-siria; rumores señalaban que dos ministros también habrían logrado huir mientras que un tercero -el ministro de Finanzas, Mohammad Jalilati- fue detenido cuando intentaba escapar. Pero imágenes de la televisión estatal mostraron a dos de los ministros que supuestamente habían desertado.

Un General de Brigada sirio estaba entre los más de 1.300 refugiados que huyeron durante la noche de ayer a Turquía escapando de la escalada de violencia en Siria, según lo confirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores turco; se conoció que otros 11 oficiales también se encontraban entre los recién llegados y el número de refugiados sirios en Turquía llega a 47.500 personas.

La televisión siria transmitió imágenes que muestran al presidente Al-Assad en una reunión con el jefe de Seguridad de Irán, Saeed Jalili, esta es la primera vez que el líder sirio es visto en la televisión después de varias semanas. Al llegar a Damasco, Jalili, dijo que sólo una "solución siria" le pondrá fin a la crisis, al respecto Teherán dice que está planeando una reunión internacional para el próximo jueves y el canciller iraní, Ali Akbar Salehi, viajará a Turquía para sostener conversaciones en Ankara. Jalili también está tratando de lograr la liberación de un grupo de iraníes secuestrados por los rebeldes de un autobús en Damasco el sábado pasado.

Los rebeldes sirios han capturado un contingente de 48 iraníes, presumiblemente miembros del Cuerpo de Guardianes de la Revolución, y que estaban operando en Siria apoyando a los efectivos de Al-Assad. Los rebeldes mostraron las identificaciones de los iraníes con los sellos e insignias de la Guardia; sin embargo hay detalles que no cierran como la avanzada edad de los detenidos, teniendo en cuenta que el Cuerpo de Guardianes es una unidad de elite; por otra parte, todos los iraníes que han cumplido el servicio militar dentro de la Guardia llevar dichos documentos con la firma del comandante que certifica que han completado su servicio militar en Guardianes de la Revolución.

Mientras tanto, los rebeldes sirios tratan de luchar contra una nueva ofensiva del ejército en Aleppo, al tiempo que señalaron que sus stocks de municiones estaban bajo y las fuerzas leales al presidente rodeaban la entrada sur a la ciudad; la táctica del ejército parece ser una partición en dos lados de Salaheddine con un poder de fuego abrumador de tanques y morteros que ha hecho retroceder a los rebeldes.

Los tanques ya han entrado en algunas partes de Salaheddine junto a los francotiradores que han utilizado la cobertura de los intensos bombardeos para desplegarse en los techos, dificultando los movimientos rebeldes. Abu Ali, un comandante rebelde, dijo que los francotiradores en la rotonda principal Saleheddine estaban impidiendo a los rebeldes de traer refuerzos y provisiones.

El régimen sirio ha tomado a la batalla de Aleppo como un nuevo punto de inflexión al disponer más de 10.000 soldados adicionales, centenares de vehículos blindados, aviones y helicópteros artillados para retomar la ciudad; hasta el momento lo único que han podido hacer es perseguir a los rebeldes de una zona a la otra y la llegada de nuevos efectivos buscará contenerlos en los barrios. Pero en una ciudad de poco más de 2.5 millones de habitantes y con la pérdida del control de las zonas rurales a manos de los rebeldes sunitas, la situación se agravará en los próximos días.

Entre los alawitas no todos se oponen al levantamiento pero todos temen a las represalias y por ello se han comenzado la formación de milicias armadas alawitas -con la ayuda del gobierno- para la defensa; algunos excepcionalmente han pasado a la ofensiva, en cooperación con el ejército o la policía.

Las fuerzas de seguridad -ejército, policía, policía secreta e inclusive las milicias shabiha- pueden controlar cualquier área que ocupan en la fuerza pero no pueden cubrir las principales ciudades como Damasco y Aleopo, donde viven la mayoría de los partidarios de Al-Assad.

El régimen sirio colapsa en cámara lenta. La economía está en su peor momento, las FFAA no pueden recuperar el control del país y están exhaustas mientras que el círculo del poder ha comenzado a resquebrajarse. Hasta el momento, 8 ministros del gabinete y 19 miembros del parlamento se han unido a la rebelión, junto al ex vicepresidente Abdul-Halim Khaddam; al menos 12 diplomáticos han desertado y se espera que pronto la lista se amplíe con otros embajadores, entre ellos Bashar Al-Jaafari –embajador en ONU- que están esperando el resultado de la batalla de Aleppo antes de desertar.

El número de deserciones entre militares ha ido en aumento en los últimos meses, hasta la fecha unos 13 generales -entre ellos Manaf Tlas muy ligado a la familia Al-Assad- y 22 oficiales medios han desertado, junto con más de 30.000 suboficiales y conscriptos; el último desertor de alto perfil militar es el coronel Yaarab Sharaa, que dirigió la Oficina de Seguridad de Damasco. También se sospecha del Viceprimer Ministro de Economía, Qadri Jamil y del ministro de Finanzas, Muhammad Jalilati; un caso particular es el ministro de Defensa Oman Ghalawanji -nombrado ayer PM interino- quien sostiene que el régimen ha perdido sus lazos con la sociedad y depende de lo que queda de las fuerzas armadas y de seguridad para la supervivencia.

La salida de Hijab es mucho más que un golpe simbólico para el régimen, ya que él podía tener idea de algunos de los secretos financieros del régimen, dada su posición en la aprobación de las políticas de los Ministros de Finanzas y Petróleo. La deserción del Gral. Manaf Tlas también es fundamental ya que estaba conectado con los organismos de seguridad del régimen y conocía de primera mano las capacidades para operaciones militares del régimen. Las declaraciones del Gral. Ghalawanji, sumada a la información que poseen Hijab y Tlas dejarían abierta la posibilidad de un golpe de Estado.

No hay comentarios: