viernes, 21 de septiembre de 2012

Al-Assad: el régimen no caerá


El presidente sirio, Bashar Al-Assad, dijo en comentarios publicados por semanario egipcio Al-Ahram Al-Arabi, que está convencido de que su régimen no caerá y criticó a los países del Golfo, a los que acusó de usar su enorme riqueza petrolera para tratar de sacarlo del poder. Al-Assad lanzó uno de sus más duros ataques contra Arabia Saudita y Qatar –principales aliados de la oposición y de los rebeldes- al señalar que "Ellos piensan que su dinero puede comprar la geografía, la historia y un papel regional. Se están dando armas y dinero a los terroristas con la esperanza de repetir el modelo libio, en lugar de ayudar a la estabilidad regional proporcionan a los elementos armados armas y entrenamiento con el fin de debilitar el Estado sirio."

Al-Assad dijo que los rebeldes sirios no saldrían victorioso en su lucha contra de su gobierno, aunque "la puerta sigue abierta al diálogo. Los dos lados de la ecuación son iguales y el diálogo político es la única solución. La violencia, sin embargo, no está permitida y el Estado no se quedará con las manos atadas frente a aquellos que llevan armas en su contra", además agregó que "el cambio no puede lograrse a través de la intervención extranjera”. Al-Assad dijo que no era ni optimista ni pesimista sobre misión de Brahimi pero daba la bienvenida a un diálogo con la oposición nacional al tiempo que admitió que hubo corrupción y errores en su gestión.

Las fuerzas de seguridad sirias detuvieron a tres miembros de la oposición siria, poco después de regresar de un viaje oficial a China, los detenidos se suman a los otros cinco miembros del Consejo de Coordinación Nacional (CCN) que fueron detenidos por agentes de seguridad sirios el lunes pasado. El vocero del CCN, Khalaf Dahowd, dijo que Abdel Aziz Al-Khair –encargado de RREE-; Eyas Ayyash - miembro del CCN- y Maher Tahan -dirigente del Movimiento Socialista Árabe- fueron detenidos cuando se trasladaban en coche a Damasco y desde entonces se desconoce su paradero.

Khair, Ayyash y otros tres miembros del CCN había estado en China desde el 16 de septiembre para entablar negociaciones destinadas a ponerle fin al conflicto y avanzar hacia una transición política en Siria. La semana pasada, el principal grupo de la oposición siria en el exilio, el Consejo Nacional Sirio (CNS), acordó una ampliación para incluir más grupos opositores, pero no el CCN, que favorece un derrocamiento no violento del régimen y se opone a la intervención militar extranjera; mientras tanto, activistas políticos informaron que anoche el Dr. Tarek Rajaa Al-Nasser -hijo de Rajaa Al-Nasser el secretario CCN-, fue muerto en un bombardeo en la provincia de Aleppo.

Khair fue encarcelado en febrero de 1992 durante el gobierno de Al-Assad padre acusado de vínculos con el Partido Comunista de los Trabajadores y fue puesto en libertad a finales de 2005. Los Comités de Coordinación Local, están manejando una red de activistas de la oposición en el terreno, que trasladan los heridos por los bombardeos en la ciudad de Aazaz, cerca de la frontera con Turquía; los rebeldes están consolidando su control en las áreas limítrofes con la frontera turca, dicha alternativa les permitiría establecer un corredor humanitario pero también canalizaría el envío de armas para los rebeldes provenientes de los países árabes.

Pero como señaló el enviado especial de ONU, Lakhdar Brahimi, la crisis siria podría extenderse regionalmente ya que "No se puede bloquear la crisis siria en el interior de las fronteras sirias indefinidamente. Si continúa, puede infectar a los países vecinos y convertirse en una crisis internacional". Turquía, hasta hace poco un aliado sirio, ha perdido mucho por ponerse del lado de la oposición siria, ya que los militantes kurdos ahora gozan de más libertad para operar en los 911 kilómetros de frontera turco-siria bajo la cobertura de milicias rebeldes sirias; la policía y el ejército turco reportan casi a diario ataques de los militantes, siendo el periodo más violento en décadas.

Los combates en Siria se ha intensificado en las últimas semanas, con el régimen cada vez más dependiente de los ataques aéreos para tratar de forzar a los rebeldes a retirarse del territorio conquistado, las incursiones aéreas en el norte del país –desde Aleppo- se han intensificado; solo ayer los ataques aéreos del régimen contra una estación de gas en Al-Raqqa, desató una explosión que mató a por lo menos 34 personas y dejó decenas de heridos. Tal Abyad es el tercer cruce fronterizo, a lo largo de la frontera sirio-turca, que ha caído en manos de los rebeldes, y la pérdida de las instalaciones fronterizas de control han puesto de relieve que el gobierno del norte país es ahora rebelde.

Irak negó el permiso para que un avión de Corea del Norte con destino a Siria pasase por el espacio aéreo iraquí, ya que se sospechaba que podría estar llevando armas, según lo informó Ali Al-Mossawi, asesor de medios de comunicación del PM Al-Nuri; Al-Mossawi también dijo que a pesar de las repetidas peticiones iraquíes, EE.UU. no había presentado ninguna prueba que las aeronaves civiles iraníes estuviesen enviando armas a Siria vía Irak.

Los líderes iraquíes temen que la posible caída del régimen de Al-Assad podría fracturar a Siria en líneas sectarias y devenir en un régimen hostil de línea dura sunita, que podría suscitar enfrentamientos entre los grupos sunitas y chiitas iraquíes. Bagdad ha reforzado puntos clave a lo largo de su frontera de 680 km con Siria.

La guerra civil en Siria presenta una oportunidad, al igual que la Primavera Árabe, para que los gobernantes sunitas del Golfo refuercen su influencia y contengan a su rival chiita de Irán, en especial luego su expansión en Iraq y la profundización de políticas a través de Damasco. La relación de Siria con los Estados del Golfo ha sido tensa por décadas, de hecho el presidente Al-Assad calificó al rey Abdullah y otros líderes árabes " medio hombres" por ser críticos de Hezbollah durante la guerra de 34 días entre el grupo chita libanés militante e Israel en 2006.

El mensaje del presidente sirio no termina de comprenderse, mientras que por un lado propicia el diálogo con la oposición detiene a sus referentes luego de un viaje para reunirse con un aliado del régimen sirio o condena la violencia a mano de los rebeldes pero ha redoblado los ataques aéreos en las últimas semanas, aumentando la cantidad de civiles muertos. Al-Assad está convencido que los rebeldes no triunfarán, en su meta de derrocar al régimen, en parte por el poder aéreo y por la falta de apoyo de las potencias occidentales a los rebeldes.

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