En medio de informes de nuevas masacres en Siria, el Consejo de DDHH de ONU votó el viernes para reforzar y extender el término para la reunión de pruebas sobre la comisión de abusos que podrían servir de base para la futura acción judicial por parte de tribunales nacionales o internacionales. El Consejo de DDHH votó a favor de continuar el trabajo de la Comisión de Investigación por otros seis meses y un aumento de su personal y sus recursos; la resolución, presentada por Marruecos en nombre de un grupo de países árabes, obtuvo el respaldo de 41 de los 47 miembros del Consejo, con la oposición de China, Cuba y Rusia mientras que otros tres miembros -entre ellos la India se abstuvieron.
Paulo Pinheiro, el investigador brasileño líder del panel, ya había pedido una mayor investigación sobre la masacre en la ciudad de Daraa a finales de agosto, donde las fuerzas gubernamentales y milicianos parecen haber matado a más de 100 personas. Para reforzar las investigaciones, la presidente del Consejo de DDHH, la uruguaya Laura Dupuy Lasserre, deberá presentarse hoy para anunciar dos comisionados más; dichos nombramientos sumarán más expertos legales y otros para reforzar la investigación sobre los crímenes internacionales y violaciones de los DDHH. La comisión anunció al Consejo -a principios de setiembre - que había recogido "un cuerpo formidable y extraordinario de prueba" con los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, cometidos por las fuerzas gubernamentales y milicias sirias y, en menor medida, por los rebeldes, incluidas las ejecuciones sumarias.
El canciller ruso, Sergei Lavrov, se espera que explicite la reacción de Moscú sobre la “línea roja" anunciada por Israel contra el programa nuclear de Irán y sobre los pedidos occidentales de acciones directas para detener la represión en Siria. Lavrov al igual que el canciller chino, Yang Jiechi, se ha mostrado reacio a la aplicación de sanciones que impliquen acciones militares tales como zonas de exclusiones o protección de corredores humanitarios.
Mientras tanto, los combatientes del Ejército Libre Sirio (ELS) iniciaron un nuevo ataque –una "batalla decisiva" según los rebeldes- para expulsar a las fuerzas del régimen de la ciudad de Aleppo; se han registrados violentos ataques en todos los frentes, específicamente en Maysaloun, Azamiyeh, Salaheddine, Seif al-Dawla y Sheikh Maksoud. Algunos activistas y los rebeldes, dijeron que miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que durante décadas tuvieron estrechos vínculos con el gobierno sirio, estaban participando en las batallas de Aleppo, por primera vez desde el inicio del levantamiento contra el régimen de Al-Assad; el líder rebelde Al-Halabi dijo que algunas de las mayores batallas tuvieron lugar en una zona y la Brigada Tawhid –principal brazo armado del ELS- dijo en su página de Facebook que sus miembros habían entrado en ese barrio y combatieron contra elementos armados del PKK.
Hasta el momento ninguna de las partes ha sido capaz de dar un golpe decisivo, a pesar de los enfrentamientos esporádicos, por lo que la situación en el terreno es extremadamente inestable; además los informes suministrados por ambos bandos no han podido ser confirmados de forma independiente debido a las restricciones oficiales a los medios de comunicación. Los rebeldes de las zonas rurales del norte de Siria han tomado posiciones en la zona de Aleppo, hace dos meses, pero fueron frenados por la escasez de munición y la potencia de fuego superior del ejército; Aleppo es fundamental para el desarrollo del conflicto, ya que su liberación conectaría a la zona controlada por los rebeldes con Turquía.
El fuerte avance de los rebeldes en Aleppo coincide con informes de Inteligencia que sugieren que el gobierno sirio ha trasladado algunas de sus armas químicas con el fin de protegerlos, aunque Secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, cree que los principales sitios de almacenamiento siguen siendo seguros. Es la primera vez que Panetta confirmó que funcionarios estadounidenses creen que ha habido múltiples movimientos "limitados" de armas químicas, pero dijo que las autoridades sirias las reubicaron con el fin de mejor garantizar su seguridad; pero cuando se le preguntó específicamente si había alguna certeza que la Guardia Revolucionaria de Irán o las fuerzas rebeldes han sido capaces de tomar posesión de esas armas, Panetta pareció dejar la puerta abierta a esa posibilidad, al decir que él no tiene información "para confirmar que eso haya sucedido."
La situación en el terreno se complica con el paso de los días y el desarrollo de las operaciones rebeldes. La aparición de elementos kurdos combatiendo junto a las fuerzas oficiales es una señal del interés de estos grupos por extender su influencia dentro de los otros sectores kurdos y ello será una fuente de nuevos conflictos regionales en el mediano plazo.
Por otro lado, los feroces combates generan desplazados que huyen de las ciudades, según la Agencia para los Refugiados de ONU (ACNUR) unos 700.000 refugiados sirios podrían huir al extranjero a finales de año, casi cuatro veces su pronóstico previo. Cerca de 294.000 refugiados ya han cruzado a los cuatro países vecinos -Jordania, Iraq, Líbano y Turquía- registrados o esperando por serlo; en agosto salieron 100.000 personas, 60.000 en septiembre a un promedio de entre 2.000 o 3.000 por día o de la noche, informó Panos Moumtzis, coordinador regional ACNUR.
La movilización de parte de los arsenales químicos, lleva a pensar que el régimen sirio tiene dificultades para contener el avance de los rebeldes y que depende exclusivamente de su poder aéreo para controlar a los rebeldes; pero que no sería viable para garantizar las instalaciones que albergan armas químicas. Un resultado negativo de la batalla de Aleppo podría significar un problema para el régimen sirio si los rebeldes establecen un control estable de la zona norte y se consolidan los puentes logísticos con Turquía para el paso de armas y efectivos.
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