Aunque el canciller turco, Ahmet Davutoglu, anunció el domingo que el espacio aéreo turco había sido cerrado a los aviones sirios y Siria prohibió a los aviones turcos que vuelen sobre su territorio el sábado, la peor de las situaciones se está produciendo en tierra con el sensible aumento de refugiados sirios que llegan a Turquía; la Agencia Turca de Gestión de Desastres (AFAD), señaló que ha superado los 100.000 refugiados en los campamentos al sur del país. Turquía, que ha asumido un papel cada vez más destacado en la oposición internacional al presidente sirio, Bashar Al-Assad, ha pedido a ONU que construya ya mismo campos de refugiados en una zona segura dentro de las fronteras de Siria.
Un avión de carga armenio que llevaba ayuda humanitaria, desde Ereván a Aleppo, aterrizó el lunes en Turquía para permitirle a las autoridades que investiguen su carga antes de continuar su vuelo, como parte de la exacerbación en la postura de Ankara hacia Damasco; la llegada del avión armenio a la provincia turca de Erzurum provocó un aluvión de noticias sobre que Ankara había obligado a bajar un segundo avión destinado a Siria pero luego se constató que el envío incluye mermeladas, arroz, azúcar y pasta entre otros alimentos- que fueron recolectados por medio de donaciones de la comunidad local en Ereván para ayudar a los armenios en la guerra de Aleppo.
El aterrizaje del avión armenio siguió un patrón muy diferente a la semana pasada, cuando un avión de pasajeros en vuelo de Moscú a Damasco se vio obligado a aterrizar por dos aviones de combate F-16 en la capital turca, Ankara. En esa ocasión el Primer Ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo que se confiscaron cajas de materiales para el Ministerio de Defensa sirio, que incluía municiones y material militar para unos radares; después de una estancia de nueve horas en Ankara, al avión sirio, que tenía los pasajeros rusos a bordo, se le permitió seguir a Damasco.
Si bien la intercepción no fue inesperada, es clara una indicación que Turquía está decidida a mantener su espacio aéreo libre de armas con destino a Siria y aunque la inspección de las autoridades turcas de la carga del avión armenio reveló que el avión transportaba suministros humanitarios, el avión sirio, procedente de Rusia, contenía piezas para los radares misilísticos.
Siria negó el lunes que haya utilizado bombas de racimo en sus combates contra los rebeldes y en un breve comunicado de las autoridades militares transmitido por la televisión estatal se dijo que "El Ejército Árabe Siria no posee este tipo de armas y afirma que estos informes, sobre su uso, son completamente falsos"; el comunicado se produjo en respuesta a un informe de Human Rights Watch, quien dijo que las fuerzas gubernamentales habían usado bombas de racimo de fabricación rusa en áreas civiles. Un clip de vídeo de los activistas muestra que en la ciudad de Al-Bab -al noreste de Aleppo- se hallaron submuniciones de racimo esparcidas por el suelo de lo que dijeron era una casa civil. Otro video filmado en Hammouriyeh -zona rural de Damasco- mostró los restos de lo que parecía ser el contenedor de una bomba de racimo.
Human Rights Watch ha confirmado que los restos que se muestran en los videos son de la serie RBK-250 de bombas de racimo y contenedores AO-1SCh de pequeñas bombas de fragmentación. La publicación especializada Jane, señala que Siria es poseedor de bombas de racimo tipo RBK-250/275 y RBK-500, estas bombas de racimo y submuniciones explosivas son de fabricación soviética, pero no hay información disponible sobre cómo o cuando fueron adquiridas por Siria. En julio, HRW identificó un contenedor de bombas de racimo RBK-250 serie y AO-1SCh bombas, al parecer en Shahshabu Jabal –provincia de Hama- por imágenes de videos; luego por videos publicados en agosto desde Talbiseh –Homs- y de Abu Kamal -Deir Al-Zor-. El clúster de munición en Abu Kamal parece haber involucrado un tipo diferente de unidad de sub-munición, el 2,5 M PTAB, que es una bomba anti-tanque.
Mientras que la Unión Europea aprobó una nueva ronda de sanciones contra Irán reforzando sus medidas, que comenzaron con un embargo de petróleo que entró en vigor en julio, e impuso sanciones nuevas contra Siria, agregando 28 personas y dos entidades a su lista negra sobre Siria, el enviado de paz Lakhdar Brahimi busca un acercamiento hacia Teherán en el conflicto sirio.
Brahimi hizo un llamamiento a Irán para ayudar a arreglar un cese al fuego en Siria durante la fiesta islámica de Eid al-Adha, el diplomático argelino sugirió que la tregua se celebrará durante las festividades de Eid -que comienza alrededor del 25 de octubre- y que en efecto "ayude a crear un entorno que permita el desarrollo de un proceso político". Después de conocerse que el mediador era Brahimi, luego de la renuncia de Annan, el canciller iraní Ali Salehi dijo que su país estaba listo para trabajar con él por la paz y reiteró la llamada de Teherán para un alto el fuego inmediato antes de las reformas y las elecciones para resolver el conflicto.
Pero los tiempos en Siria van demasiado rápido y las decisiones de una semana pueden no resultar eficaces en la próxima semana; por ejemplo, luego de meses de retórica Turquía atacó Siria por un proyectil de mortero y comenzó un embargo aéreo unilateral de armas y materiales bélicos hacia Damasco. La utilización de bombas de racimo es un mal augurio para el conflicto, ya que supone un empleo total de los arsenales estatales contra los rebeldes: nadie que tenga interés en negociar atacaría civiles con este tipo de bombas, por los daños y mutilaciones que provocan.
Los abusos a los DDHH, las detenciones arbitrarias, torturas y ejecuciones sumarias por parte de rebeldes y fuerzas estatales siguen sin disminuir, la prueba de ello es la gran masa de desplazados que buscan refugio en los países vecinos. Brahimi puede tener las mejores intenciones y su plan de paz tal vez pueda salvar a Siria de mayores atrocidades, pero el tiempo de la diplomacia está siendo superado por los avances en el campo de batalla de uno y otro grupo.
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