Un coche bomba explotó en el lado sirio en la frontera con Turquía, en Bab Al-Hawa, matando al menos a 7 personas e hiriendo a 20. La explosión se produjo en un control de carretera abierta por los rebeldes islamistas de línea dura y los sospechosos van desde fuerzas leales a Al-Assad a los propios grupos islamistas vinculados con Al-Qaeda, ya que las tensiones con las fuerzas rebeldes más moderadas han dando lugar a enfrentamientos esporádicos y asesinatos.
La explosión en Bab Al-Hawa se produjo un día después que Turquía derribó un helicóptero de ataque sirio Mi-17 que se había extraviado en territorio turco y que fue advertido en varias ocasiones antes que dos aviones de guerra turcos lo atacasen. El helicóptero se estrelló un kilómetro dentro de Siria y las FFAA sirias dijeron que el helicóptero había entrado en espacio aéreo turco " sin darse cuenta mientras investigaba la infiltración de terroristas a través de la frontera turca y que estaba en su camino de regreso cuando fue atacado”.
China que iba a hacer una lectura profunda del informe elaborado de la ONU, según el vocero de la cancillería, Hong Lei, "Al mismo tiempo, defendemos consistentemente que la respectiva investigación debe llevarse a cabo por el equipo de investigación de la ONU de manera imparcial, objetiva y profesional." Hong reiteró que China apoya la resolución de la cuestión, en el marco de ONU, y quiere una solución política al conflicto sirio.
Rusia y Francia admitieron ayer que todavía tenían diferencias sobre cómo resolver el conflicto sirio, antes de un debate en el Consejo de Seguridad de la ONU sobre las armas químicas de Siria, ya que Moscú rechazó enérgicamente las afirmaciones de Francia y EE.UU. sobre que el informe de ONU culpaba al gobierno sirio del ataque con sarín en las afueras de Damasco el 21 de agosto. A pesar de compartir el mismo objetivo de destruir las armas de Siria y la eventual celebración de una conferencia de paz, el canciller ruso, Sergei Lavrov, señaló que "tenemos diferencias sobre cómo lograrlo (…) El informe demuestra que se utilizaron armas químicas, pero no prueba que el régimen de Bashar Al-Assad estaba detrás de él (…) Todavía no hay respuesta a la pregunta de dónde fue producido el misil que usó el 21 de agosto”.
Lavrov sostuvo que podría ser hora de considerar los esfuerzos para obligar a los enemigos del presidente Al-Assad a asistir a una conferencia internacional de paz, en lugar de instarlos para que lo hagan. Lavrov también acusó a los países europeos de tratar de reinterpretar el acuerdo que alcanzó con su par norteamericano este fin de semana y sus declaraciones sugieren que Rusia se opondrá a cualquier amenaza de intervención militar si Al-Assad no lleva a cabo la operación y que va a culpar a los rebeldes -y Occidente- si el acuerdo no da lugar a un impulso más amplio para ponerle fin al conflicto sirio. Después de las conversaciones en París, la oficina de Hollande, dijo que EE.UU., Gran Bretaña y Francia acordaron buscar una fuerte resolución que fije plazos vinculantes para la eliminación de las armas químicas de Siria.
¿Por qué Francia juega fuerte en Siria? La intervención de Francia en Malí ha envalentonado al gobierno del presidente François Hollande para otras operaciones en el extranjero. Al-Qaida en el Magreb Islámico fue derrocado en gran parte del norte de Mali, solo 7 soldados franceses murieron duración la intervención mientras que cientos de militantes murieron, según las autoridades francesas. La operación abrió el camino para nuevas intervenciones y sirvió para la reafirmación de las capacidades militares francesas fuera de una operación dominada por EE.UU.; en el fondo subyace también la percepción que el papel de Francia, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de ONU, menudo es visto como desvanecido y sin poder. Hollande quiere contrarrestar eso y está utilizando la vasta red diplomática de Francia a hacerlo.
El acuerdo ruso-estadounidense obligó a Siria a renunciar a sus armas químicas ha llamado la atención a su propio arsenal químico sospechoso de Israel y pide al país a reconocer y renunciar a ella, que los funcionarios del gobierno están resistiendo. Israel firmó la Convención sobre Armas Químicas en 1993, pero es uno de los dos únicos países que han firmado pero no lo van a ratificarlo, junto a Myanmar. En una entrevista radial, el ex ministro de Defensa, Amir Peretz, se negó a discutir las capacidades de armas químicas del país, pero dijo que la actitud de la comunidad internacional hacia Israel es ''diferente' de Siria (…) Es claro para todos que Israel es un régimen democrático, responsable (…) Realmente espero y estoy seguro de que la comunidad internacional no va a hacer de esto una cuestión central y vamos a mantener el status quo.'' Israel dice que nunca ha usado armas químicas, aunque en un famoso incidente, agentes israelíes intentaron asesinar al líder de Hamas Khaled Mashaal por envenenamiento en Jordania pero cuando los agentes fueron capturados, Israel se vio obligado a entregar el antídoto.
Estos resultados, aunque no se presentaron como prueba de la responsabilidad, podrían reforzar el argumento de aquellos que dicen que el gobierno sirio es responsable, ya que esas armas son disparadas por los grandes lanzadores. Si los rebeldes llevaron a cabo el ataque, habrían tenido que organizar una operación de escala considerable, sofisticada y secreta para mover los lanzadores sin ser detectados hasta la posición de lanzamiento, en zonas bajo una fuerte influencia o el control del gobierno y manteniéndose en ese lugar en medio de un ataque sostenido -que habría generado extensa luz y el ruido- para luego retirarse con éxito y sin ser detectados de ninguna manera.
Un anexo del informe también identificó el azimut -o mediciones angulares- desde donde los cohetes impactaron hacia su lugar de origen. Cuando se trazan y se marca en los mapas los datos de ONU, 2 puntos de impacto muy dispersos apuntan directamente a un complejo militar sirio.
Los métodos y las técnicas descritas en el informe parecen profesionales, pero un problema es el tamaño de las muestras, que no son compatibles con las conclusiones generales. Otro problema es la falta de tiempo suficiente para que los investigadores pudiesen hacer mucho más y finalmente las condiciones de seguridad que impidieron los viajes en general, hacen que el informe sea limitado (hecho reconocido por el propio equipo).
Con respecto a la conclusión acerca de las municiones, el equipo investigó en 5 sitios, pero sólo pudo examinar los restos de 2 cohetes. La forma y el aspecto de uno de los cohetes de artillería se parecen al cohete de artillería soviético M14, pero los investigadores escribieron que no podían decir mucho sobre el diseño de su cabeza de guerra, específicamente si estaba improvisada o no; además se menciona a un cohete de 330 milímetros de procedencia no identificada. El comentario que los cohetes eran de un tipo que no sabe si están en poder de los rebeldes es un poco engañoso, ya que en los medios de comunicación se ha descrito en detalle las armas en poder de los rebeldes y los propios se han jactado de haber copado bases del gobierno y capturado sus arsenales.
En el Apéndice 5 sobre las municiones, los inspectores escribieron que "Durante el tiempo que pasamos en estos lugares, las personas llegaban con otras municiones sospechosas, que indicaban que la evidencia potencial está en movimiento y posiblemente manipulada".
El informe es útil, pero la evidencia todavía es demasiado limitada para ser algo más que circunstancial. Nadie pone en duda que se usó gas sarín, pero aún quedan muchas otras preguntas, que no socavan la calidad limitado trabajo del campo, pero que dejan más dudas que certezas ya que las informaciones son contradictorias. En una serie de videos, hombres que dicen pertenecer al grupo Liwa Al-Islam - con banderas que llevan distintivo “Reeh Sarsar” (Viento Frío) Batallón Químico- se muestran lanzando las mismas municiones inusuales utilizadas en el ataque con sarín del 21 de agosto; pero desde enero de 2013, una serie de fotografías y vídeos de las municiones reportadas por la oposición, afirman consistentemente que fueron disparados por las fuerzas del gobierno.
El acuerdo entre EE.UU. y Rusia supera la cuestión de las armas químicas. El arsenal del régimen deberá ser destruido a mediados de 2014, casi al mismo tiempo que termina el mandato del presidente Al-Assad. Algunos partidarios temen que potencialmente se une el calendario de desarme a una solución política a la guerra civil que exija el paso al costado de Al-Assad; si bien sus seguidores sostienen que tiene el deber de postularse para la reelección en 2014 -en especial los alawitas- algún tipo de apertura moderada es impensable dentro del actual esquema, pero este status quo ya no podrá sostenerse por mucho más tiempo.
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