El Papa Francisco, en una carta enviada al presidente ruso Vladimir Putin -y a los líderes mundiales reunidos en la Cumbre del G-20- dijo que “Es lamentable que, desde el comienzo del conflicto en Siria, los intereses unilaterales han prevalecido y de hecho impedido la búsqueda de una solución
que habría evitado la masacre sin sentido que ahora se despliega (…) Para los
líderes presentes, a todos y cada uno, hago un llamamiento apremiante para que
ayuden a encontrar maneras de superar las posiciones en conflicto y dejar a un
lado la búsqueda inútil de una solución militar”. Francisco ha pedido a los
1.200 millones de católicos del mundo a unirse a él el sábado en un día de
oración y ayuno para poner fin al conflicto sirio, se ha invitado a los
miembros de todas las religiones a unirse a él en todo el mundo en la forma que
estimen conveniente; el servicio de oración en la plaza de San Pedro se espera
que atraiga a decenas de miles de personas y durará unas cinco horas, siendo
uno de los eventos más largo jamás en el Vaticano.
A medida que emergen informes no clasificados y clasificados de
Inteligencia, los miembros del Congreso dicen que el caso de la administración Obamacontra el gobierno de Al-Assad es convincente y deja pocas dudas sobre su responsabilidad en los ataques; incluso las personas más conscientes de los
errores de Inteligencia que precedieron a la invasión de Irak reconocen que
este caso es diferente: en Irak se estaba a punto de evaluar si existían tales armas,
mientras que en Siria tiene que ver con quien las utiliza y si un ataque militar impediría su
utilización de nuevo.
Sin embargo, con un vistazo a la sentencia hecha pública por la
Inteligencia de EE.UU., Gran Bretaña, Francia e Israel, sugiere que EE.UU. era
reacio a concluir que los ataques con armas químicas en pequeña escala
comenzaron en Siria el año pasado. Y aún hoy, Washington no está de acuerdo consus aliados sobre exactamente cómo comenzaron los ataques: los británicos dicen que, a su juicio, el gobierno sirio “utilizó armas químicas en 14 ocasiones desde 2012 (…) Este juicio se hizo con el mayor nivel posible de seguridad a raíz
de una revisión exhaustiva”. EE.UU. finalmente llegó a una conclusión similar,
pero con un nivel moderado de confianza - lo que significa que algunas de las
16 agencias de Inteligencia no estaban de acuerdo- y esos debates internos no
se resolvió hasta que el 21 de agosto; los franceses han sido los más
específicos y argumentaron en su evaluación del ataque del 21 agosto que hubo
"uso masivo de productos químicos" en contra de la población civil en
varios suburbios de Damasco, seguido por
ataques terrestres y aéreos para “destruir las pruebas " en esas áreas.
Otro aspecto interesante de los informes desclasificados de
Inteligencia que son utilizados como justificación para el ataque contra Siria,
es que la Inteligencia EE.UU. no detectó que régimen sirio preparaba un ataque masivo de armas químicas los días previos al incidente, sino que se estableció eso sólo juntando lo que había sucedido después de los hechos. Pero el
Secretario de Estado, John Kerry, después utilizó llamadas interceptadas
previamente -entre funcionarios de alto rango y unidades militares- para
vincular el ataque al gobierno sirio pero que aún no habían sido "
procesadas", según altos funcionarios estadounidenses. ¿Eso explica por
qué la Casa Blanca no advirtió ni al régimen ni a los rebeldes sobre el posible
uso de agentes químicos?
La CIA y la Agencia de Inteligencia de Defensa tienen docenas de oficiales sobre el terreno en los países vecinos de Siria, apoyándose en una red de rebeldes y agentes locales para proporcionar la Inteligencia humana
sobre lo que pasa en el régimen y sus opositores; el Pentágono tiene satélites
centrados en la zona, capturan de imágenes de las maniobras del régimen y los
rebeldes, mientras que distintos tipos de plataformas aéreas recogen las
transmisiones electrónicas, tales como el tráfico de radio militar o llamadas
de teléfonos celulares. ¿Es posible que con este potencial, los funcionarios de
Inteligencia tuvieran intersecciones de comunicaciones
militares a la espera de ser procesados?
La embajadora de EE.UU. en ONU, Samantha Power, no dejó dudas sobre que Washington no buscaría la aprobación de la ONU para un ataque militar contra Siria luego que un proyecto de resolución de Gran Bretaña
presentado a los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad la semana pasada
-pidiendo una respuesta a ese ataque- estaba efectivamente muerto. La negativa
de Rusia, respaldada por China, se ha puesto de manifiesto con su poder de veto,
que en tres oportunidades bloqueó resoluciones del Consejo que condenaban al
gobierno sirio y amenazaban con sanciones. A lo anterior se suma que a
principios de esta semana, el Secretario General, Ban Ki -moon, puso en duda la
legalidad de cualquier acción militar contra Siria, ya que no es en defensa
propia o ni tiene respaldo del Consejo de Seguridad.
En un intento por reforzar su credibilidad acerca de un ataque
limitado, el presidente Obama hizo hincapié que cualquier participación deEE.UU. en Siria no lo sería de ninguna manera un espejo del sitio Otomano a Belgrado en 1456; recién en 1521 bajo el mandato del sultán Solimán I, el Imperio Otomano
pudo tomar Belgrado, dejando unos 10.000 húngaros y 50.000 soldados otomanos
muertos. Obama, al parecer fue convencido que EE.UU. no está actuando con Inteligencia
pobre o miope, a diferencia de los turcos del siglo XV que subestimaron la capacidad
del ejército campesino de Belgrado; Obama también dijo que la situación actual
en Siria, cuando se examina de cerca "apenas se parece a la lucha contra
San Juan de Capistrano y sus cruzados cuando violaron el campamento otomano”.
Es interesante destacar que tanto el Primer Ministro israelí,
Benjamín Netanyahu, como los
partidarios del Comité de Asuntos Públicos Americano-Israelí (AIPAC) en
Washington, se mantuviesen casi en silencio durante semanas,
incluso después del ataque con armas químicas y aún luego que Obama anunció que
preparaba un ataque militar. La meta era evitar una lucha dentro del Congreso -profundamente dividido sobre Siria- con el riesgo de tensiones dañen la relación EE.UU.-Israel;
hace 10 años, el AIPAC se esforzó por mantenerse al margen de la votación
guerra de Irak en el Congreso y no apoyó abiertamente a dicha autorización ya
que ni el gobierno israelí de Ariel Sharon ni los partidarios del AIPAC
consideraban a Saddam Hussein una amenaza mayor que Irán, pero detractores de
Israel nunca dejaron de afirmar que la guerra de Irak se libró en nombre de
Israel , y esa creencia ha erosionado el apoyo a Israel en el ala izquierda del
Partido Demócrata.
Por eso los canales de comunicación fueron una llamada a Netanyahu,
un mensaje directo a AIPAC y mensajes a través de los líderes del
Congreso-AIPAC. Algunos líderes de AIPAC, así como otros estadounidenses, no ven
mucho sentido el apoyo a uno u otro lado en la guerra civil siria y de hecho
preferirían que ambos lados pierdan; pero un ataque militar estadounidense que
destruyese aviones y helicópteros, que degrade
sus defensas aéreas y desactiva sus pistas, sería un beneficio para Israel ya
que Washington mantendría su liderazgo en la seguridad mundial ante un Irán
nuclear, restaurando así la credibilidad de la capacidad de disuasión de
América e Israel sobre la región.
Pero la mayoría coincide con el ex embajador israelí, Itamar Rabinovich, quien dijo "Es malo para Israel [si] el estadounidense promedio
recibe en su mente que sus chicos son enviados de nuevo a la guerra por Israel."
Hegel comentó que la historia se repite dos veces, la primera vez como tragedia y la segunda como farsa. No es la primera vez que un presidente estadounidense le dice al mundo que breve acción militar decisiva es necesaria para deponer a un déspota del Medio Oriente que dispone de armas de destrucción masiva. La primera vez -que sería Irak- los informes de Inteligencia resultaron mal preparados y, aunque el Secretario General de ONU declaró que la invasión de EE.UU. de Irak era 2003 ilegal, la administración Bush prometió un uso de la fuerza militar limitado pero EE.UU. terminó envuelto en un conflicto de múltiples lados que duró ocho años y dejó a Irak sumido en una guerra civil que aún continua.
De la misma manera hoy, un tirano que reprime violentamente a su pueblo para asegurarse su propio poder, que ha desafiado repetidamente resoluciones de ONU, a equipos de inspección de la ONU, que ha desarrollado armas químicas y que es aliado de Irán aparece como blanco de una posible intervención de EE.UU. De nuevo se repiten las pruebas circunstanciales de Inteligencia, la falta de un plan de contingencia, la negativa del Consejo de Seguridad para autorizar el uso de la fuerza y una intervención militar pautada para 60 días. Antesala de la farsa.
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