La propuesta de Rusia para que el gobierno sirio ponga todas sus armas y agentes químicos bajo control internacional ha despertado sentimientos y apoyos cruzados dentro del escenario internacional. EE.UU. y Rusia se han mostrado de acuerdo con dicha instancia, en parte porque se ven beneficiados al evitarse una intervención; pero un arco que va desde los rebeldes hasta los opositores, pasando por Israel y los Estados del Golfo, han señalado su malestar por tal decisión.
Dentro de la oposición siria, el Comité de Coordinación Nacional para el Cambio Democrático, dijo que había propuesto que Rusia supervise la entrega de las armas químicas sirias hasta que se forme un gobierno de transición. Abu Hamza, un ex Cnel. del Ejército sirio y ahora figura central entre los rebeldes de Aleppo, señaló que “Han pasado las últimas dos semanas diciendo Bashar es un mentiroso y debe ser castigado y que él tiene que saber que no puede salirse con la suya (..) Pero le dan la oportunidad de hacer más de lo que siempre ha hecho, salirse con la suya. Él [Al-Assad] los detendrá, engañará y decepcionará. Y van a enviar a casa a los buques. Y vamos a estar solos. "
El Ejército Libre de Siria (ELS) dijo que los extremistas han resurgido más envalentonados y confiados luego que EE.UU. anunció la suspensión de su ataque; este avance de los extremistas hace más difícil a los moderados la tarea de convencer a Occidente que la derrota de Al-Assad no se significaría que Siria caiga en bajo el control de los yihadistas. Samir Nachar, miembro de la Coalición Nacional Siria, sostuvo que “los yihadistas se benefician de todo el caos y ganan, mientras los moderados espera la ayuda del resto del mundo”.
La CIA ha comenzado a entregar armas a los rebeldes, poniendo fin a meses de retraso en la ayuda letal que había sido prometida por el gobierno de Obama, según lo informaron altos funcionarios estadounidenses y figuras sirias. Los envíos comenzaron a fluir en grandes cantidades en las últimas dos semanas, junto con las entregas por separado del Departamento de Estado de vehículos y otros equipos. Los envíos de armamento se limitan a armas ligeras y municiones que pueden ser rastreadas, por un monto que ronda los u$s 250 millones y que se focaliza en las facciones moderadas. Adicionalmente, EE.UU. ha destinado u$s 26.6 millones en ayuda para el Consejo Supremo Militar, liderado por el Gral. Salim Idriss, pero que no incluye los elementos prioritarios como nocturna gafas de visión y chalecos antibalas.
Desde Israel, el Ministro de Inteligencia y Asuntos Estratégicos Yuval Steinitz, dio un cauto apoyo a la propuesta de Rusia para la eliminación de las armas químicas sirias; pero el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, ayer vinculó la situación de Siria a Irán y su programa nuclear –al que Israel percibe como una amenaza existencial- y dijo que "El mensaje que Siria reciba será escuchado en Irán", haciendo hincapié en el derecho de Israel a actuar en su propia defensa.
Los medios de comunicación israelíes han criticado duramente al presidente Obama y dejaron en claro que: Putin ha jugado mejor que el presidente norteamericano, que Irán se fortalece mientras que Obama es un líder débil y que Israel ya no podrá contar con él para detener el desarrollo iraní de armas nucleares. La historia principal en muchos periódicos y sitios web israelíes del miércoles -después del discurso de Obama a la nación- se centró en un posible acuerdo entre Rusia e Irán, que suministrará sistemas de misiles a Teherán y la ayuda para construir un segundo reactor nuclear, el presidente de Irán, Hassan Rowhani, se reunirá Putin mañana en la Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái en Kirguistán.
Arabia Saudita y otros países del CCG renovaron su pedido a ONU para adopte "medidas de disuasión" contra el régimen sirio, en relación a la presunta responsabilidad del presidente Al-Assad sobre un presunto ataque químico que mató a cientos de sirios. Los cancilleres del CCG también denunciaron la participación de las fuerzas extranjeras y milicias en la matanza de civiles e instaron a ONU a actuar de inmediato en la protección de los sirios y ayudarlos a defenderse. El ministro de Relaciones Exteriores de Bahrein, Jeque Khaled Al-Khalifa, no hizo mención de la posición del CCG a la última propuesta de Rusia para colocar las armas químicas de Siria bajo supervisión internacional.
La campaña sobre el futuro de Siria se ha vuelto mediática y apunta a convencer al público norteamericano -especialmente- sobre los beneficios potenciales de la iniciativa rusa. El presidente Vladimir Putin escribió una columna en el New York Times al respecto, donde se destacan varios aspectos de la política rusa para Damasco. Según Putin “Siria no está siendo testigo de una batalla por la democracia, sino un conflicto armado entre el gobierno y la oposición en un país multi religioso. Hay pocos defensores de la democracia en Siria. Hay más de combatientes de Al-Qaeda y los extremistas de todas las tendencias que luchan el gobierno. El Departamento de EE.UU. ha designado a Frente Al-Nusra y al Estado Islámico de Irak y el Levante, que luchan con la oposición, como organizaciones terroristas. Este conflicto interno, alimentado por las armas extranjeras suministradas a la oposición, es uno de los más sangrientos del mundo.”
En otro pasaje de su columna, Putin dijo que “Es alarmante que la intervención militar en los conflictos internos en el extranjero se ha convertido en algo común para EE.UU. ¿Es en el interés a largo plazo de EE.UU.? Lo dudo. Millones alrededor del mundo ven cada vez más a EE.UU. no como un modelo de democracia, sino que confía únicamente en la fuerza bruta, improvisando coaliciones bajo el lema de "o estás con nosotros o contra nosotros". Pero la fuerza ha demostrado ser ineficaz e inútil. Afganistán está sufriendo, y nadie puede decir qué va a pasar después de las fuerzas internacionales se retiren. Libia está dividida en tribus y clanes. En Irak, la guerra civil continúa, con decenas de muertos cada día. En EE.UU., muchos trazan una analogía entre Irak y Siria, y se preguntan por qué su gobierno quiere repetir los errores recientes.”
Pero en la columna de opinión de Putin no hay ni una sola mención a los atroces crímenes cometidos por el gobierno sirio y ampliamente documentados por la Comisión de Investigación de ONU, grupos locales e internacionales de DDHH y periodistas; el presidente ruso subrayó el papel estratégico de los extremistas islámicos en el conflicto sirio –que han cometido abusos y atrocidades- sin embargo, Putin no menciona la responsabilidad del gobierno sirio cuando disparó contra manifestantes pacíficos antes del conflicto hubiese empezado en Daraa o las detenciones y torturas a los líderes opositores. El artículo también hace mención a la transferencia continua de armas rusas a Al-Assad durante todo el conflicto.
Incluso antes que el presidente Obama pusiese sus planes para atacar al régimen sirio en espera, estaba perdiendo la batalla en la opinión pública acerca de la intervención militar; parte del crédito, sin duda, se debe al exitoso bombardeo mediático del presidente Al- Assad y sus seguidores en diferentes medios internacionales. En una entrevista televisada por CBS, el propio Al-Assad adelantó el caso de su gobierno argumentando que EE.UU. “no había presentado una sola prueba" demostrando que el ejército sirio había usado armas químicas. Curiosamente se ha establecido una extraña alianza entre los conservadores estadounidenses, los comentaristas de derecha y un régimen, ya que comparten su hacia ambos islamistas sunitas y la administración Obama.
El Secretario de Estado, John Kerry, llegó a Ginebra hoy para escuchar los planes de Rusia sobre el desarmar de las armas químicas sirias y evitar los posibles ataques militares liderados por EE.UU. Kerry insistirá que cualquier acuerdo deberá obligar a Siria a tomar medidas rápidas para demostrar que es seria su decisión de entregar su arsenal químico. Entre los primeros pasos que Washington impulsa es una rápida declaración pública y completa del presidente sirio de todos sus arsenales de armas químicas, como preludio de será inspeccionado y neutralizado.
ONU confiirmó hoy que Siria había enviado la solicitud de Siria para unirse a la Convención sobre Armas Químicas. La adhesión de Siria a la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y sobre su Destrucción, que entró en vigor en 1997, es muy importante aunque no resuelve el problema de manera automática.
La implementación de la incorporación al tratado, tras el depósito en ONU del instrumento de ratificación, es un proceso complejo y extenso en el tiempo conforme a los términos del instrumento en el cual Siria continuaría en posesión del arsenal cuestionado. De acuerdo al artículo III, el país que se incorpora a la convención dispone de un plazo de 30 días para presentar un informe detallado de todas las armas químicas en su poder como de los centros de producción, asimismo, debe facilitar un plan detallado para la destrucción del arsenal como de las instalaciones de fabricación.
El artículo IV señala que esa declaración deberá ser verificada in situ minuciosamente por la organización conforme un procedimiento detallado que supone la presencia de técnicos de la OPAC en el terreno para comprobar la veracidad de toda la información suministrada –en medio de una feroz guerra civil- que podría llevar, cuanto menos, entre seis meses a un año y medio. Finalmente, la destrucción de los arsenales declarados, de acuerdo al artículo IV inciso 6, comenzaría recién dos años después de la entrada en vigor de la convención para Siria. Esa misma disposición indica que el proceso de eliminación de las armas podría llevar hasta un período de diez años aunque nada impide que pueda concretarse en un plazo menor si no produce consecuencias en el medio ambiente.
La realidad es que los objetivos estadounidenses y rusos no son muy distantes sobre Siria: ambos quieren ver una solución política al conflicto, ambos comparten una aversión a los grupos salafistas-yihadistas y ambos comprenden que cuanto más se prolongue el conflicto, más inestable será toda la región. Por otra parte, dentro de sutiles intercambios entre Rusia e Irán, la ventaja ahora la tiene Moscú: sostener a Al-Assad en el cargo era un aspecto problemático e Irán podría haberse alienado si era depuesto, pero ahora Rusia puede ajustar el tempo de una transición ya que es garante de la conducta del régimen sirio.
Tanto Rusia como Irán, los aliados más importantes de Al-Assad, pueden estar cambiando su apoyo al régimen luego de los incidentes con armas químicas del 21 de agosto; tanto la iniciativa de Rusia para que Siria entregue sus armas químicas y la desaprobación pública de la elite política iraní sugieren una creciente preocupación por la conducta del régimen de Al-Assad.
La propuesta del presidente Putin de incluir al Consejo de Seguridad para resolver el conflicto es una decisión acertada –y conforme a Derecho- pero el historial de vetos o bloqueos a proyectos que se oponían a los designios de Moscú, es un dato que no se puede ignorar; Rusia ahora ha puesto su reputación como garantía en el acuerdo y su credibilidad como mediador en la resolución del conflicto sirio depende de ello. Probablemente Putin quiera un proceso ordenado que le permite administrar la transición, traer a un sucesor aceptable y asegurarse que sus aliados e intereses en Siria no se vean socavados por los Estados occidentales o los grupos yihadistas.
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