martes, 24 de septiembre de 2013

Obama y el final del "perpetuo pie de guerra"


El Secretario General de ONU, Ban Ki–moon, hizo un llamamiento a los líderes mundiales para que ayuden a terminar la guerra civil en Siria. Ban dijo a los jefes de Estado, en la apertura de la Asamblea General, que espera una resolución del Consejo de Seguridad "exigible y vinculante" sobre el acuerdo para que Siria entregue sus armas químicas. Los inspectores de armas químicas de ONU regresarán a Siria el miércoles, para continuar con su misión; sin embargo, Moscú no está contento con la dirección de los EE.UU. sobre poner el plan bajo el Capítulo VII de la Carta de ONU, que permite el uso de la fuerza militar.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, en su discurso ante la Asamblea General de ONU pidió al Consejo de Seguridad que apruebe una resolución "fuerte" que imponga consecuencias sobre Siria si no entrega sus armas químicas. La amenaza de una acción militar estadounidense contra Siria, Obama dijo, puso en marcha los esfuerzos diplomáticos con Rusia para hacerse cargo y, finalmente, destruir las armas sirias. Pero destacó que "Sin una amenaza militar creíble, el Consejo de Seguridad no había mostrado ninguna inclinación a actuar en absoluto (…) Si no estamos de acuerdo, incluso en esto, entonces se verá qué ONU es incapaz de hacer cumplir la más básica de las leyes internacionales. Por otro lado, si tenemos éxito, se enviará un fuerte mensaje de que el uso de armas químicas no tiene cabida en el siglo 21, y que este cuerpo hace lo que dice."

Obama presentó su acercamiento a Oriente Medio, en su discurso ante los líderes mundiales, e hizo hincapié que los bandos opuestos que luchan en la guerra civil siria tenían que estar dispuestos a hacer concesiones para ponerle fin al conflicto y dijo que "Es hora de que Rusia e Irán se den cuenta que insistir con el régimen de Al-Assad conducirá directamente al resultado que temen: un espacio cada vez más violento donde los extremistas operarán (…) A su vez, los que siguen apoyando a la oposición moderada deben convencer al pueblo sirio no puede permitirse un colapso de las instituciones del Estado."

Por su parte, Rusia, mantiene su posición que el uso a gran escala de armas químicas era más probable por parte de las fuerzas rebeldes que del gobierno sirio, y acusó a EE.UU. de bloquear el progreso en la ONU. El viceministro de RREE ruso, Sergei Ryabkov, dijo que "A pesar de que llegaron a un acuerdo sobre las armas químicas, los representantes de EE.UU. siguen insistiendo que el régimen sirio, como lo llaman, es el responsable (…) Sin presentar ninguna prueba irrefutable, dicen todo el tiempo que tienen planes para 'castigar' Damasco, incluso a través de una intervención militar”.

William Rugh, ex embajador estadounidense en Yemen y los Emiratos Árabes Unidos, señaló que "La falta de intervención de EE.UU. en Siria, paradójicamente, podría ser útil a la situación en Irán (…) Eso no puede haber sido intencional." Según Rugh, dado que Rouhani fue elegido sobre una plataforma de moderación y ante el agotamiento de las sanciones internacionales, algunos de alcance -antes de la Asamblea General- se esperaban; pero a pesar de que la Casa Blanca dice que las relaciones de EE.UU. con Siria e Irán permanecen desconectados, las negociaciones con Al-Assad le dieron claramente a Rouhani una ventana para ir más lejos y por Obama para encontrarse de pronto, al borde de uno de los logros de la política exterior más importantes de su presidencia o un lío de retrasos diplomáticos y promesas incumplidas que va a hacer que la situación actual parezca sencilla y confiable.

Esta nueva apertura ha tomado al mundo por sorpresa. La política de doble vía de Washington en los últimos tres años -una combinación de un poco de diplomacia y un montón de sanciones- ha producido un endurecimiento de la posición iraní. Las actividades nucleares de Teherán no han disminuido, mientras que las políticas regionales, en particular su apoyo al régimen de Al-Assad, se han intensificado. Ambas partes parecen estar preparándose para una larga lucha, donde la perseverancia determinaría el resultado. Casi nadie en Washington esperaba que las elecciones iraníes cambiaran esto, y ciertamente que votaran por los pragmatistas iraníes, que habían sido empujados a los márgenes de la política iraní en los últimos ocho años; pero el electorado iraní tiene un historial de sorprender y lo hicieron de nuevo con la elección de Rouhani. EE.UU. defiende una narrativa diferente: el cambio en la posición iraní no es tanto por el cambio de Guardias sino por el dolor de las sanciones, las que finalmente cambiarán el cálculo nuclear de Teherán.

El discurso del presidente Obama se produjo en un momento de rápidos y contradictorios movimientos diplomáticos desde Washington, donde primero se amenaza con un ataque militar unilateral contra Siria para luego dar marcha atrás, y abocarse a una apertura diplomática con Irán sobre su programa nuclear. El discurso de Obama se hizo eco de algunos de los temas y de la evolución del papel de EE.UU. en el contexto internacional, uno de los aspectos más trascendentales es que se aleja del “pie de pie de guerra perpetuo”; parte del nuevo cálculo –según Obama- consiste en restringir el uso de aviones no tripulados en las operaciones de lucha contra el terrorismo; el traslado de presos en Guantánamo y repensar en general las actividades de vigilancia.

Un punto interesante del discurso del presidente Obama fue cuando advirtió a los líderes de Medio Oriente que los estadounidenses se han cansado de financiar el importante papel en la región, sin embargo, reconoció que Medio Oriente y el Norte de África podrían estar en riesgo si EE.UU. se retira mucho. 

Un apretón de manos entre Obama y Rouhani no se materializó. Pero el discurso nos recordó que el presidente Obama, en realidad, tiene una agenda bastante ambiciosa: si se piensa que las tres cosas que él mencionó -Siria, Irán y el proceso de paz- se han puesto en marcha con un empuje de la administración sobre la crisis siria y algún tipo de avance diplomático con Irán y el proceso de paz árabe- israelí. Si hay movimiento en los tres frentes, tal vez, va a terminar mereciendo el Nobel de la Paz que le fue concedido.



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