miércoles, 22 de febrero de 2012

1982, Hama - 2012, Homs. La misma historia en Siria


Las muertes de la corresponsal de guerra estadounidense Marie Colvin -del diario británico Sunday Times- y del reportero gráfico francés freelance Remi Ochlik, sumados a los otros periodistas occidentales heridos el fotógrafo inglés Paul Conroy y la periodista francesa Edith Bouvier -de Le Figaro- en el barrio de Baba Amr de la ciudad de Homs, durante un fuerte bombardeo de las fuerzas del presidente Bashar Al-Assad mientras estaban en un centro de prensa improvisado han marcado un nuevo punto de inflexión en el escenario sirio.

Como era de suponerse, la mayoría de los países occidentales han condenado duramente los ataques y las muertes de sus nacionales; Rusia, que se ha opuesto a los esfuerzos de Occidente para frenar el régimen sirio, también condenó las muertes. El Ministerio de Relaciones Exteriores dijo que condena enérgicamente y expresa su profunda preocupación por los asesinatos y que este trágico suceso confirma una vez más la necesidad de que todas las partes del conflicto sirio pongan fin a la violencia y avanzar hacia camino con el inicio de un diálogo nacional abarcativo sin condiciones previas.

A pesar de las condenas sobre las muertes de los periodistas en Homs, China, Rusia e Irán han declarado su apoyo al régimen sirio reafirmando sus alianzas de cara a la presión ampliada luego de la renovada ofensiva contra los opositores locales. Rusia anunció que no participaría en la reunión -que se celebrará en Túnez el viernes- de un grupo de contacto de naciones occidentales y árabes, “Amigos de Siria” donde se aguarda que las figuras de la oposición logren un mayor reconocimiento internacional para presionar así a Al-Assad; la agencia del gobierno sirio de noticias, SANA, informó de que un enviado especial chino para Oriente Medio, Wu Sike, visitó Damasco el martes y llamó al diálogo entre todas las partes en la crisis pero no señaló si China iba a asistir a la reunión de Túnez.

Las autoridades iraníes, en una conferencia de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores en Teherán, no discutió explícitamente el tema de la reunión de Túnez pero se denunció como una intromisión de Occidente en los asuntos de Siria beneficia a Israel a expensas de aquellos que se resisten a su poder. Un dato curioso es el aportado por EE.UU. al indicar que no tenían absolutamente ninguna indicación que los barcos iraníes hayan atracado en los puertos de Siria, lo que sugiere que los informes de Irán que indicaban el envío dos buques de guerra para ayudar a entrenar a las fuerzas sirias, era falso.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) pidió el martes a las autoridades sirias y a los rebeldes que se llegue a un acuerdo inmediato sobre un alto al fuego de dos horas de alto al fuego por día para permitir que la ayuda vital para llegar a los civiles y heridos y puedan ser evacuados de las zonas más afectadas, incluyendo Homs. Jakob Kellenberger, presidente del CICR, señaló que la situación actual requiere una decisión inmediata para poner en práctica una pausa humanitaria en los combates, además en Homs y en otras zonas afectadas las familias se han visto atrapadas durante días en sus casas, incapaces de salir para conseguir alimentos, agua u obtener atención médica.

Bijan Farnoudi, vocero del CICR, dijo que las conversaciones con ambas partes en el conflicto eran de carácter confidencial por lo que el CICR no podía revelar sus respectivas reacciones a la propuesta. Desde el comienzo de la revuelta contra el régimen de Al-Assad, en marzo de 2011, el CICR ha distribuido alimentos y suministros médicos en los principales sitios críticos en convoyes conjuntos con la Media Luna Roja Siria.

Mientras el CIRC pide treguas de dos horas, varios gobiernos de la región como Qatar, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Turquía están a la vanguardia de los esfuerzos para adoptar medidas más enérgicas contra el presidente Al-Assad; pero EE.UU. y otros Estados opositores a al régimen sirio se muestran más reacios a una escalada del conflicto. La agenda de la conferencia en Túnez formulada la semana pasada incluye la discusión de la ayuda humanitaria a los civiles bajo ataque, sanciones adicionales contra el gobierno sirio y los esfuerzos para ayudar a organizar una oposición dividida internamente.

Sin embargo, el bombardeo de los bastiones de la oposición siria, en particular la ciudad de Homs, ha puesto en esa agenda la cuestión de armar a los rebeldes sirios. La reunión de Túnez sigue el modelo de un "Amigos de Libia", conferencia que precedió a la intervención militar internacional, pero los funcionarios de EE.UU. señalan que la situación de Libia es muy diferente a Siria en particular por la incapacidad de la oposición mayoritariamente sunita para unificarse y persuadir a los chiitas, cristianos y los grupos dentro del ejército a unirse contra el régimen sirio.

Por ello, la respuesta de la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, consultada acerca de la posibilidad de armar a los rebeldes fue que la búsqueda de una solución política era el enfoque correcto por el momento y que no creía que tenga sentido contribuir ahora a la militarización de Siria, pero que si no se puede conseguir que Al- Assad ceda a la presión, se tendrán que considerar medidas adicionales. El Jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, Gral. Martin Dempsey también fue categórico al señalar que era prematuro tomar una decisión de armar a la oposición en Siria y que desafiaba a cualquiera a identificar claramente el movimiento de oposición en Siria en este momento.



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