EE.UU. al rechazar el lunes referéndum de Siria sobre la nueva constitución la vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland, dijo que era una maniobra como "absolutamente cínica", ya que esencialmente, lo que se ha hecho es poner en un pedazo de papel el control de los votos para que pueda tratar de mantener el control y es ridículo que se requiera que el Estado apruebe alguno de estos grupos de la oposición política ya que se determinaría quienes serán la oposición y quién no; mientras se mantiene una ofensiva por parte del gobierno contra los disidentes dejado miles de muertos.
Esta afirmación de Nuland se verifica con los acontecimientos en el terreno. Los intensos combates cerca de Baba Amor, en Homs, ahora son encabezados por las tropas sirias de élite de la 4ta. División Acorazada, bajo el mando de Maher Al-Assad, el hermano de línea dura del presidente Bashar. Aunque la Brigada Farouq del Ejército Libre Sirio (ELS) estaba tratando de mantener a raya el asalto, el bastión de los rebeldes ha estado bajo 25 días de asedio y bombardeos continuos. Los activistas indicaron que cientos de civiles han sido asesinados en los distritos sitiados de Homs, además se reportaron bombardeos en Rastan, -a 20 km al norte de Homs- y en Helfaya, un bastión de la oposición cerca de la ciudad de Hama.
Hadi Abdullah, miembro de la Comisión General de la Revolución Siria, dijo por teléfono que las acciones de los tanques hacían prever el preludio de un asalto final sobre Homs; por otra parte, el acceso a la ciudad ha sido completamente cerrado y, de acuerdo a comandantes del ELS, las fuerzas del ejército sirio regular habían destruido un túnel. El ejército sirio ha bombardeado fuertemente a Homs, y particularmente la zona controlada por los rebeldes de Baba Amr, en una suerte de “ablande previo” de las defensas rebeldes y las declaraciones de un funcionario sirio que prometió “limpiar” Baba Amr en cuestión de horas indica la inminencia de un asalto final por tierra para recuperar Baba Amr.
Aunque ayer la Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Navi Pillay, citó el informe de un panel de expertos de la ONU que llegó a la conclusión sobre la responsabilidad de los funcionarios del gobierno sirio en ordenar acciones calificadas de "crímenes de lesa humanidad" cometidos por las fuerzas de seguridad contra miembros de la oposición tales como bombardeos a civiles, la ejecución de desertores y torturas a detenidos el régimen sirio respondió con una mayor dosis de violencia en el terreno; de hecho a movilizado a Maher Al-Assad –líder de la mejor División siria- para terminar las operaciones en Homs ignorando las acusaciones de ONU.
En un reciente robo de correos electrónicos contra funcionarios sirios, perpetrados por los activistas de Internet conocidos como Anonymous, antes de una entrevista con la cadena ABC News de EE.UU., le indicaban a los asesores de Al-Assad como se debía manipular al público norteamericano; puntualmente se le aconsejaba al presidente que no háblese de reformas ya que a los norteamericanos no les importa o no entienden eso y que la psiquis norteamericana puede ser manipulada fácilmente cuando escuchan que los “errores” cometidos ahora “se están arreglando" y que la culpa de todo es la policía.
Casualmente cuando la conductora de la entrevista, Barbara Walters, le preguntó por los responsables de los sucesos en Siria, Al-Assad respondió: "No sabemos lo sucedió todos los casos. Algunos han sido realizado por la policía y en otros casos por la población civil...". Otro punto sobresaliente de los correos electrónicos, le aconsejaba al presidente Al-Assad que dijese "Siria no tiene una política para torturar a la gente", para contrasta con las acciones de los soldados estadounidenses en la prisión iraquí de Abu Ghraib.
Estas operaciones mediáticas durante la entrevista, sumadas a las pseudo acciones de reformas políticas o los intentos de negociaciones internacionales saboteadas posteriormente por el propio régimen vienen a confirmar que no está dentro de las opciones del presidente Al-Assad ceder el poder o renunciar a su cargo.
A falta de los matones de Saddam Hussein o la arrogancia de la amenaza peculiar de Muammar Gaddafi, Bashar Al-Assad con su tono de voz calmo y bajo está transitando la senda de su padre Hafez con lo que se deberá esperar una profundización de las maniobras de represión contra los manifestantes; aunque muchos lo señalaron como un reformista comprometido al principio de su mandato, pero la vieja guardia siria del partido Baa’th le ha dado instrucciones sobre la forma de gobernar en los últimos años y por ello las reformas nunca estuvieron al tope de la agenda.
Los que conocen a Al-Assad dicen que está convencido que está luchando contra un levantamiento inspirado en el extranjero, con la participación de militantes islámicos y traidores del ejército, a los que está decidido a aplastar. Tanto los partidarios como los detractores sostienen que Al-Assad está atrapado por intereses poderosos, después de no poder cambiar un sistema rígido y corrupto de gobierno dominado por su familia y miembros de su secta alawita minoritaria, dentro de un país mayoritariamente sunita.
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