jueves, 17 de febrero de 2011

Siria: ¿Estabilidad por la economia o economía estable?

La economía siria superó a la de muchos otros países en 2010, registrando un crecimiento de alrededor del 5%, según las estimaciones iniciales del gobierno. A pesar de las reformas económicas iniciadas por el presidente Bashar Al Assad en 2000, Siria se encuentra todavía en las primeras etapas de la integración en la economía mundial, que le ha servido en cierta medida, como la protección contra la desaceleración económica mundial. El proceso de reforma ha generado opciones para el empleo y las importaciones, que se han traducido en un aumento significativo en las oportunidades y la demanda en el sector minorista.

Una serie de construcciones están marcando la tendencia del cambio en el escenario local. El primer centro comercial de uso múltiple construido en Siria, de 35.000 m2 abrió sus puertas en 2004, seguido en 2006 por el Centro de la ciudad de Sham con 80.000 m2 y en 2009 centro comercial Damasquino con 24.000 m2.

Los capitales del Golfo, en busca de un refugio relativamente seguro, se han trasladado a Siria, y varios desarrollos de uso mixto están siendo construidos por los Emiratos Árabes Unidos cerca de Yaafour y se espera que se terminen en 2014. La empresa Emaar's Gate, se embarcado en la construcción de oficinas y viviendas junto a la remodelación de la estación de ferrocarril de Hiyaz, en Damasco, para incluir torres de oficinas y locales comerciales; mientras que Souria Holding está por convertir la terminal de transporte Beramke en Damasco en otro complejo de oficinas y llamado Abraj Souria.

El gobierno se propone introducir un impuesto sobre el valor agregado (IVA) en 2011, aunque no ha especificado todavía una fecha. Se espera que el impuesto tenga un mayor impacto en las ventas minoristas de alta gama ya que muchos sirios siguen haciendo la mayor parte de sus compras a pequeños comerciantes de barrio, dentro de una economía informal.

La falta de competencia sigue siendo un problema. Aunque las marcas internacionales y productos están más disponibles, se venden a precios más altos - y, a veces con las normas de calidad inferior - que en los países vecinos. Turquía, en particular, se ha beneficiado de esta situación, con los sirios del norte que cruzan a Turquía para acceder a una gama más amplia de productos a costos más bajos luego de las reformas aduaneras.

Otro problema grave que enfrenta la economía siria son las empresas públicas que seguían el modelo de sustitución de las importaciones sesentista. Los altos niveles de ineficiencia asociados a bajas en la producción y a corrupción generalizada en estas empresas se han convertido en una verdadera sangría para el Estado que debería encarar una reforma que afectaría a unos 120.000 empleados.
Si bien en el actual clima del Medio Oriente no es indicado una reforma de este tipo, en especial con empresas que afectarían el “nacionalismo”, las posibilidades de re-estructuración deberían venir por la apertura a capitales mixtos dentro de las mismas con una concesión a privados de las decisiones en vez de centralizar en el gobierno las mismas.

La clase media de Siria está en aumento y la posibilidad de visitar un centro comercial y comprar marcas extranjeras se está convirtiendo en un símbolo de estatus. La sociedad siria está cambiando con la aparición de un nuevo estilo de comprar -visitando un centro comercial- o como una forma de ocio.

Esto marca un cambio en la perspectiva de la economía y la forma en que los sirios se están integrando al mercado internacional y cómo la economía siria está marcando una incipiente diferencia sobre sus pares árabes. La apertura en la economía y la activa búsqueda de asociaciones estratégicas le ha dado al régimen sirio estabilidad y ha reducido las presiones que afectaron a otros Estados regionales.

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