jueves, 16 de mayo de 2013

Para qué sirven las intervenciones de Israel


Israel está decidido a continuar con la prevención de transferencias de armas avanzadas a Hezbollah, ya que según Tel Aviv dichas transferencias desestabilizarán y pondrán en peligro a toda la región. Los motivos exactos de la advertencia de Israel son claros: Israel podría tener la intención de frenar el comportamiento de Siria para evitarse la adopción de nuevas medidas militares, o alertar a otros países sobre un otro ataque militar unilateral. Ambas situaciones aumentarían la tensión en Siria, alta de por sí, ya que si el presidente sirio, Bashar Al-Assad reacciona atacando a Israel, o trata de atacar a Israel a través de grupos terroristas satélites, Tel Aviv atacará al régimen debilitándolo hasta su colapso.

Después del último ataque contra las instalaciones militares en un suburbio de Damasco, el pasado 5 de mayo, Siria advirtió que podría tomar represalias con ataques en la sección ocupada por Israel de los Altos del Golán. Posteriormente, 2 morteros lanzados desde territorio sirio aterrizaron ayer en el Golán, sin heridos ni daños reportados. Un grupo militante palestino desconocido, la Brigada Halal Abd Al-Qader Al-Husseini, se atribuyó la responsabilidad de los ataques en la zona, luego que Hezbollah manifestó su intención de abrir un nuevo frente en el Golán.

El diario kuwaití Araa informó hoy, citando a un funcionario árabe de alto rango, que el Líder Supremo iraní, Ali Jamenei, le ordenó el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, que prevenga la caída del régimen sirio "a toda costa". La fuente periodística dijo que la directiva llevó al grupo libanés chiita a enviar hacia Siria un gran número de combatientes entrenados que lograron sitiar la ciudad de Qusayr -cerca de Homs- y cortaron las rutas de abastecimiento de los rebeldes; el informe coincide con afirmaciones hechas por funcionarios de Hezbollah, sobre el papel de sus combatientes en la defensa de los chiitas sirios.

El presidente Al-Assad y Nasrallah, en los últimos días han dicho que la frontera entre Israel y Siria -que estado relativamente tranquila en los más de 2 años de guerra civil- podría convertirse en un "frente de resistencia", en respuesta a los ataques israelíes. Ayer, proyectiles de mortero disparados desde territorio sirio aterrizaron en los Altos del Golán ocupados por Israel. Los proyectiles cayeron en el Monte Hermon, un popular sitio turístico, y fueron los últimos de una serie de lo que Israel ha considerado “fuego errante” de la lucha interna de Siria; Tel Aviv no ha devuelto el fuego -como lo había hecho anteriormente- pero cerró el Monte Hermon al público durante varias horas, en medio de una fiesta judía en la que se va de excursión a la zona.

Poco después que los aviones israelíes atacaron los depósitos sirios con misiles iraníes para Hezbollah, el ministro de Defensa iraní, Gral. Ahmad Vahidi, dijo que "el ataque llevado a cabo por el régimen sionista acortará la vida falsa de este régimen." Con el levantamiento sirio en pleno avance, el gobierno iraní -a través de su Fuerza Quds, la Guardia Revolucionaria y Hezbollah- reforzó al ejército sirio, reunió información de Inteligencia sobre los rebeldes y planificó operaciones para tomar represalias contra EE.UU. e Israel, pensando que estaban detrás de los esfuerzos para derrocar a Al-Assad. En esa búsqueda, el ayatolá Jamenei, le envió una carta a la administración Obama en junio de 2011, con amenazas a funcionarios estadounidenses; la carta, que se dice que ha sido entregado por el presidente iraquí, Jalal Talabani, acusó a Washington de inmiscuirse en los asuntos de Siria y le ordena que cese y desista de presionar a los dirigentes régimen sirio advirtiéndole que Irán tomará represalias contra EE.UU.

A pesar de las amenazas abiertas contra Israel, los funcionarios iraníes no tienen ninguna intención de involucrar a Israel directamente a menos que EE.UU. lance un ataque directo contra Siria o contra Irán; de hecho, las autoridades iraníes están preocupadas por un posible golpe israelí a sus instalaciones nucleares, el temor se basa en las operaciones encubiertas que dan cuenta de explosiones en una base militar de Teherán o de asesinatos de científicos nucleares iraníes. Sin embargo, los iraníes han ideado varios planes para involucrar a Israel a través de sus fuerzas en Siria y sus representantes -como Hezbollah- para anexarle al Estado judío un conflicto adicional en caso que éste continúe con sus ataques.

Los recientes ataques de Israel contra objetivos militares en Siria han dejado en claro las dimensiones regionales de la guerra civil siria y también han alimentado el debate sobre si EE.UU. debería intervenir; el punto es que los grupos intervencionistas –por ejemplo el senador John McCain (R)- están sacando las lecciones equivocadas de las acciones israelíes.

El primer error es asumir que los ataques israelíes mostraron que Israel se destaca por sus líneas rojas, reforzando su credibilidad –en contraste con la ambigüedad del presidente Obama- aunque dicha acción israelí contra Hezbollah en Siria es una escalada, no es nueva. Israel atacó esos misiles a principios de año y ha atacado los arsenales de Hezbollah en el Líbano por años; por lo tanto, no estaba actuando en Siria para mantener la credibilidad de sus líneas rojas, sino en respuesta a supuestas amenazas específicas a su seguridad nacional.

El segundo error es asumir que Israel ha intervenido de manera decisiva en el lado de las fuerzas rebeldes y que la intervención de EE.UU., para derrocar al régimen de Al-Assad, podría ayudar a Israel. La intervención israelí fue dirigida contra los misiles de Hezbollah y no beneficio de los rebeldes sirios, más teniendo en cuenta que muchos son extremistas islámicos que pueden suponer una amenaza tan grave para Israel como el régimen de Al-Assad. La seguridad nacional de Israel es profundamente ambivalente sobre el conflicto sirio: derrotando a Al-Assad rompería el "eje de la resistencia" de Irán, Hezbollah y Siria y plantearía graves obstáculos para el rearme iraní de Hezbollah: pero por otra parte, la guerra civil fomenta la expansión de extremistas que creen en la destrucción de Israel, y que con el caos de la guerra podrían hacerse con el arsenal químico, planteando nuevas amenazas no convencionales a Israel.

Las intervenciones aéreas israelíes solo sirvieron para erosionar el poder y la influencia de EE.UU., ya que Israel vincula estrechamente su poder disuasivo a la proyección del poder estadounidense y capacidades, en momentos que Washington tiene una posición dubitativa sobre qué curso seguirá en frente a los acontecimientos en Siria.


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