viernes, 17 de mayo de 2013

¿Y si Al-Assad gana las elecciones en 2014?


Rusia ha enviado misiles de crucero anti buque Yakhonts a Siria, un movimiento que ilustra la profundidad de su apoyo al gobierno del presidente Bashar Al-Assad; si bien Moscú había ha proporcionado anteriormente esos misiles, los entregados recientemente están equipados con un radar avanzado que los hace más eficaces y a diferencia de Scud -y otros misiles tierra-tierra de largo alcance utilizados contra los rebeldes- el sistema de misiles Yakhont le proporciona al régimen sirio un un arma formidable para contrarrestar cualquier intento exterior de ayudar a los rebeldes mediante la imposición de un embargo naval, una zona de exclusión aérea o ataques aéreos limitados.

Siria ordenó la versión de defensa costera del sistema Yakhont en 2007 y recibió las primeras baterías a principios de 2011, el pedido inicial era de 72 misiles, 36 vehículos lanzadores, equipo de apoyo y dichos sistemas fueron vistos en el país; las baterías son móviles, por lo que son más difíciles de atacar y cada una consiste en un lanzador de misiles, tres misiles, un vehículo de mando y control. Los misiles tienen 7 mts. de largo, llevan una cabeza de alto explosivo o perforante, con un alcance de 300 km. el misil puede ser dirigido al blanco por los radares de largo alcance, pero cada misil tiene su propio radar para ayudar a evadir las defensas del objetivo.

Adicionalmente, Rusia despachó una docena de buques de guerra para patrullar las aguas cercanas a su base naval en Siria, una acumulación de barcos que las autoridades estadounidenses y europeas ven como una postura agresiva destinada -en parte- para advertirle a Occidente e Israel que no intervengan en la guerra civil siria. La mayor presencia de Rusia en el Mediterráneo oriental, que comenzó hace tres meses, representa uno de los mayores despliegues navales desde la Guerra Fría; aunque los funcionarios occidentales no temen un conflicto inminente con la envejecida flota rusa, la presencia añade una nueva fuente de peligro potencial frente a un posible error de cálculo, en una región cada vez más volátil.

Los soviéticos tenían barcos en el Mediterráneo durante la Guerra Fría, cuya misión era contrarrestar sexta Flota de EE.UU., los rusos terminaron esa misión en 1992. Pero en los últimos meses, la Armada rusa ha hablado sobre la reactivación de una misión similar, señal de la influencia rusa en la región; Rusia cuenta actualmente con 11 buques en el Mediterráneo oriental, organizados en tres grupos de trabajo que incluyen destructores, fragatas, buques de apoyo, barcos de Inteligencia y un grupo de tres buques anfibios se dirigen a la zona.

Desde el lado de la oposición la situación tampoco mejora. Qatar, que ha tomado la iniciativa de armar a la oposición siria, ahora está coordinando con la CIA el control del flujo de armas para mantenerlas fuera de las manos de los rebeldes islámicos; por otra parte, Gran Bretaña y Francia siguen discutiendo para que se levante la prohibición de la UE sobre armar a los rebeldes, pero todos están preocupados por asegurarse que las armas no terminen en manos de grupos como Jabhat Al-Nusra. En Qatar, hay una sala de operaciones en el Diwan Emir (complejo de oficinas), con representantes de todos los ministerios que deciden cuánto dinero va a Siria con asesoramiento de la CIA para la compra y movimientos de las armas a Siria.

Estos envíos de armas desde Qatar -actuando directamente bajo los auspicios de la CIA- comenzaron a principios de 2012, aunque se conocían de pequeños envíos y contrabando de armas a Siria desde mucho antes. Las declaraciones de los testigos en Libia confirman que los envíos de armas, desde el puerto de Misrata, comenzaron rápidamente después de la caída de Gadafi; en noviembre de 2011, Sibel Edmonds informó que la CIA -junto con sus homólogos de Turquía y la OTAN- habían estado trabajando desde el "centro neurálgico" de la base aérea conjunta en Incerlik, Turquía, con la oposición y los rebeldes sirios para sentar las líneas logísticas, que luego serían utilizadas por la CIA y sus socios regionales para el contrabando de armas, combatientes y pertrechos a Siria como la insurgencia se espera.

John Brennan, director de la CIA, llegó a Israel ayer en una visita sorpresa para reunirse directamente con el ministro de Defensa, Moshe Yaalon, y discutir la situación en Siria. Esta imprevista visita de Brennan es un indicio de lo inestable y complejo que es el nuevo escenario regional.

Yaalon subrayó que su país no permitirá la transferencia de armas de Siria a Hezbollah, su declaración se produjo durante las conversaciones que mantuvo con Brennan. Yaalon coincide con el pedido del PM israelí, Benjamín Netanyahu, al presidente ruso, Vladimir Putin, para que su país desista de la entrega de los misiles S-300 misiles a Siria; en los comentarios públicos posteriores a la reunión, Netanyahu no indicó si tuvo éxito en convencer a Putin para detener el suministro de armas a Siria, o si los dos líderes llegaron a ningún acuerdo en firme.

Por otra parte, la CIA cree que el presidente Bashar Al-Assad obtendrá el 75% de los votos si se presenta a la presidencia en el año de 2014; la CIA se basó en informes desde el interior de Siria, además de las encuestas de opinión. El porcentaje del 75% de los votos se debe a que no hay otro candidato que pueda disputarle las elecciones presidenciales.

Los avances en el campo de batalla le dan superioridad al gobierno sirio que ha reforzando su popularidad –según el informe de la CIA- y se considera que la presente situación va a durar hasta el próximo año, cuando la elección presidencial se llevará a cabo.

En este contexto, el Secretario de Estado, John Kerry, ha dicho en repetidas ocasiones que EE.UU. tiene la esperanza que cambien los "cálculos" de Al-Assad sobre su capacidad para mantenerse en el poder y permitir así las negociaciones para una solución política al conflicto. Pero mientras tanto, la CIA junto con a sus socios de Qatar están armando y reforzando a los rebeldes, y optaron por perseguir esta política, simplemente porque era el más eficaz camino para el debilitamiento del ejército sirio y la división de la multi-étnica sociedad siria; además, es Jabhat al Nusra quien lidera la lucha en Siria, y son los rebeldes islámicos quienes han tomado las bases de defensa antiaérea sirias en más de una ocasión.

No es lógico que Kerry le haya planteado a Putin la cuestión de las entregas de armas rusas a Siria, durante su reciente visita a Moscú, ya que en el fondo Rusia defiende sus intereses de la misma manera que lo hacen Israel, los Estados árabes, la UE y el propio EE.UU. En los últimos meses, cada vez más se refuerza la hipótesis que Al-Assad lograría sobrevivir -con la ayuda de Rusia y los refuerzos de Irán-Hezbollah- por lo que el cálculo que seis meses atrás era de una victoria para aplastar a la oposición, ahora es un posible triunfo aplastante en las elecciones presidenciales previstas para el 2014.


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