Los disturbios en Siria se están acercando a un conflicto armado sin cuartel, donde solo el lunes murieron 41 personas -entre ellas 11 soldados- presuntamente en enfrentamientos con desertores del Ejército. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, dijo que unas 27 personas -en su mayoría civiles y algunas de ellas policías- murieron en la conflictiva ciudad de Homs, que se está configurando como el centro de la disidencia y está en el centro de la represión del régimen sirio.
Rami Abdel Rahman, miembro del Observatorio, comentó que hombres armados sospechosos de ser desertores del ejército hicieron estallar una bomba por control remoto, como un vehículo del Ejército pasó por Ehssem, en Idlib, matando a un oficial y a tres soldados. Es por ello que muchos sectores están advirtiendo que cuanto más tiempo continúe la represión, más posibilidades hay que grupos de la oposición se vean tentados a tomar las armas; de hecho la Alto Comisionado de DDHH de ONU, Navi Pillay, advirtió el jefe del fin de semana corría que Siria el riesgo de "una guerra civil total”.
El Secretario General de ONU, Ban Ki-moon, señaló que los líderes de Siria deben dejar de "seguir a matando a su propio pueblo", iniciar un diálogo incluyente y llevar a cabo reformas políticas decisivas "antes de que sea demasiado tarde", estas duras declaraciones fueron realizadas en ante periodistas en Berna, Suiza. Ban Ki-moon ha acusado anteriormente a Al-Assad de "promesas incumplidas" e instó a Damasco que permita el acceso a un equipo de la ONU para investigar los más de 3.000 muertos en Siria, desde que iniciaron las protestas en marzo.
A pesar de la creciente presión internacional para ponerle fin a la crisis, el régimen sirio no ha dado señales de dar marcha atrás o suavizar su campaña para aplastar los levantamientos sociales. Las decisiones de los miembros de la Liga Árabe, luego de su reunión del domingo en El Cairo, no han servido para hacerle sentir al presidente Al-Assad la gravedad de la situación y forzarlo a ponerle fin a la represión; por otro lado, la ONU tampoco ha tenido mayor incidencia en el régimen sirio debido a la falta de acuerdos entre los miembros del Consejo de Seguridad.
Rami Abdel Rahman, miembro del Observatorio, comentó que hombres armados sospechosos de ser desertores del ejército hicieron estallar una bomba por control remoto, como un vehículo del Ejército pasó por Ehssem, en Idlib, matando a un oficial y a tres soldados. Es por ello que muchos sectores están advirtiendo que cuanto más tiempo continúe la represión, más posibilidades hay que grupos de la oposición se vean tentados a tomar las armas; de hecho la Alto Comisionado de DDHH de ONU, Navi Pillay, advirtió el jefe del fin de semana corría que Siria el riesgo de "una guerra civil total”.
El Secretario General de ONU, Ban Ki-moon, señaló que los líderes de Siria deben dejar de "seguir a matando a su propio pueblo", iniciar un diálogo incluyente y llevar a cabo reformas políticas decisivas "antes de que sea demasiado tarde", estas duras declaraciones fueron realizadas en ante periodistas en Berna, Suiza. Ban Ki-moon ha acusado anteriormente a Al-Assad de "promesas incumplidas" e instó a Damasco que permita el acceso a un equipo de la ONU para investigar los más de 3.000 muertos en Siria, desde que iniciaron las protestas en marzo.
A pesar de la creciente presión internacional para ponerle fin a la crisis, el régimen sirio no ha dado señales de dar marcha atrás o suavizar su campaña para aplastar los levantamientos sociales. Las decisiones de los miembros de la Liga Árabe, luego de su reunión del domingo en El Cairo, no han servido para hacerle sentir al presidente Al-Assad la gravedad de la situación y forzarlo a ponerle fin a la represión; por otro lado, la ONU tampoco ha tenido mayor incidencia en el régimen sirio debido a la falta de acuerdos entre los miembros del Consejo de Seguridad.
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