El diario oficialista sirio, Al-Thawra, criticó a los países de la Liga Árabe acusándolos de servir a los intereses de EE.UU. e Israel después de la organización instó a Damasco a generar el diálogo con la oposición. El medio señaló que no era sorprendente ver que la Liga Árabe -que se supone refiere a la acción árabe conjunta- se convierte en un instrumento de la injusticia encaminadas a desestabilizar a Siria; también dijo que los 22 miembros de la Liga Árabe eran rehenes de las agenda de los agresores como EE.UU., Israel y sus aliados europeos.
Al-Thawra señaló que, tras años de inactividad, la Liga Árabe se ha convertido en una herramienta de desestabilización y está actuando en contra de los intereses árabes; de hecho el representante de Siria en la Liga Árabe, Ahmad Youssef, criticó durante la reunión del domingo en El Cairo lo que llamó una "conspiración" contra el régimen sirio.
Rusia ha apoyado la iniciativa de la Liga de Estados Árabes, en relación con la resolución del conflicto entre el gobierno de Siria y la oposición mediante el diálogo; la posición de la Liga expresada el domingo, coincide con la visión de Rusia sobre un rápido comienzo del diálogo entre el gobierno y los miembros de la oposición. Para garantizar la seguridad completa de este último, la parte rusa sugirió realizar una reunión en Moscú y la Liga estableció un calendario para el inicio de las negociaciones en menos de un mes, pero Damasco decidió rechazar cualquier negociación fuera del país, argumentando que Siria no necesita de la mediación internacional para hacer frente a sus desafíos internos.
En el comunicado emitido la Liga Árabe no se mencionó la posibilidad de congelar la membrecía de Siria en la Liga Árabe, si bien el comentario circuló por fuera de las conversaciones oficiales. Algunas fuentes indicaron que los cancilleres árabes tienen la tendencia a amenazar a Siria con la congelación de la membrecía en caso de que el régimen de no resuelva pacíficamente la crisis y no establezca el diálogo con la oposición; algunos sectores interpretaron la evasión de los ministros de destacar la congelación de forma explícita como una indicación de que no existe una ley clara que le de a la Liga Árabe este derecho.
La falta de una decisión sobre el congelamiento de la membrecía de Siria ha tenido un doble efecto: por un lado se ha debilitado la posición de la Liga Árabe, se le hizo perder la oportunidad de jugar un papel fundamental como organismo regional en los acontecimientos actuales y frenar la posibilidad de la intervención extranjera, evitando la repetición de los escenarios libio e iraquí. Y por otro lado, la congelación de la membrecía de Siria en la Liga Árabe hubiese facilitado el otorgamiento de la legitimidad al Consejo Nacional de Siria (CNS), algo que hubiese alentado a otros países árabes a reconocerlo y reduciría la posibilidad de una intervención extranjera.
Khaled Daher, parlamentario del Movimiento del Futuro, hizo un llamamiento al gobierno libanés y a la Liga Árabe para reconocer al CNS. Daher dijo que una posición determinante debía ser tomada por la Liga Árabe sobre el régimen de Al-Assad, algo que es compartido por países occidentales como Estados Unidos y Francia, sin embargo a diferencia del Consejo de Transición de Libia, los gobiernos occidentales no han ofrecido el CNS ningún reconocimiento formal.
Al-Thawra señaló que, tras años de inactividad, la Liga Árabe se ha convertido en una herramienta de desestabilización y está actuando en contra de los intereses árabes; de hecho el representante de Siria en la Liga Árabe, Ahmad Youssef, criticó durante la reunión del domingo en El Cairo lo que llamó una "conspiración" contra el régimen sirio.
Rusia ha apoyado la iniciativa de la Liga de Estados Árabes, en relación con la resolución del conflicto entre el gobierno de Siria y la oposición mediante el diálogo; la posición de la Liga expresada el domingo, coincide con la visión de Rusia sobre un rápido comienzo del diálogo entre el gobierno y los miembros de la oposición. Para garantizar la seguridad completa de este último, la parte rusa sugirió realizar una reunión en Moscú y la Liga estableció un calendario para el inicio de las negociaciones en menos de un mes, pero Damasco decidió rechazar cualquier negociación fuera del país, argumentando que Siria no necesita de la mediación internacional para hacer frente a sus desafíos internos.
En el comunicado emitido la Liga Árabe no se mencionó la posibilidad de congelar la membrecía de Siria en la Liga Árabe, si bien el comentario circuló por fuera de las conversaciones oficiales. Algunas fuentes indicaron que los cancilleres árabes tienen la tendencia a amenazar a Siria con la congelación de la membrecía en caso de que el régimen de no resuelva pacíficamente la crisis y no establezca el diálogo con la oposición; algunos sectores interpretaron la evasión de los ministros de destacar la congelación de forma explícita como una indicación de que no existe una ley clara que le de a la Liga Árabe este derecho.
La falta de una decisión sobre el congelamiento de la membrecía de Siria ha tenido un doble efecto: por un lado se ha debilitado la posición de la Liga Árabe, se le hizo perder la oportunidad de jugar un papel fundamental como organismo regional en los acontecimientos actuales y frenar la posibilidad de la intervención extranjera, evitando la repetición de los escenarios libio e iraquí. Y por otro lado, la congelación de la membrecía de Siria en la Liga Árabe hubiese facilitado el otorgamiento de la legitimidad al Consejo Nacional de Siria (CNS), algo que hubiese alentado a otros países árabes a reconocerlo y reduciría la posibilidad de una intervención extranjera.
Khaled Daher, parlamentario del Movimiento del Futuro, hizo un llamamiento al gobierno libanés y a la Liga Árabe para reconocer al CNS. Daher dijo que una posición determinante debía ser tomada por la Liga Árabe sobre el régimen de Al-Assad, algo que es compartido por países occidentales como Estados Unidos y Francia, sin embargo a diferencia del Consejo de Transición de Libia, los gobiernos occidentales no han ofrecido el CNS ningún reconocimiento formal.
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