El canciller turco, Ahmet Davutoglu, señaló que Turquía tomará todas las medidas necesarias -incluidas las militares- si la actual situación en Siria plantea una amenaza a la seguridad de Turquía; las declaraciones se dieron durante un programa de televisión turco conducido por el periodista Mehmet Ali Birand. Cuando se le preguntó si Turquía se encamina hacia una guerra con Siria, Davutoglu dijo que el estado turco cree que la opresión que sufre el pueblo sirio ha alcanzado niveles inaceptables.
Cuando se le preguntó lo que Turquía puede hacer frente a esta ofensiva, Davutoglu dijo que el pueblo sirio debe hacer lo que debe hacer, pero que Turquía como vecino de Siria tiene muchos pasos que puede tomar; en cuanto a si las medidas militares Davutoglu señaló que también se incluyen dentro de esos pasos a tomar, pero solo en el caso que la situación se convierta en una amenaza a la seguridad turca.
Aunque los comentarios de Davutoglu fueron reportados por algunos diarios turcos como una confirmación de la intención turca de ir a la guerra contra Siria, desde la Cancillería turca se emitió un comunicado donde se hace hincapié en que el canciller turco no declaró que "Turquía irá a la guerra con Siria", sino que se limitó a describir todas las medidas se tomarían para la seguridad de Turquía; las medidas necesarias serán tomadas si se produce un problema de seguridad, pero que en realidad lo importante era la aplicación de las reformas por parte de Siria y el final del derramamiento de sangre.
Algunos sectores consideran que Turquía es una herramienta regional de Occidente, pero en realidad Ankara tiene su propia agenda y muchas decisiones son coordinadas con los países occidentales, pero otras responden a iniciativas estratégicas propias orientadas a consolidar el liderazgo regional turco. Ello explica porque las FFAA turcas están llevando adelante ejercicios en la zona de Hatay, en la frontera con Siria; las maniobras se espera que concluyan el 13 de octubre e incluyen 730 militares y 40 vehículos militares.
La situación no es nueva ya que a finales de junio, las autoridades sirias culparon a militantes islámicos y bandas armadas de matar a más de 200 policías y personal de seguridad, mientras que los sunitas en Turquía se estaban convertido en fuertes críticos de Al-Assad y esta situación había comenzado a preocupar a Turquía al punto que los ministros de países extranjeros que había sobre la situación consultado a Davutoglu y el embajador de Siria en Ankara fue llamado a la Cancillería, lo que demostraba la perturbación existente en Turquía por la conducta de Siria.
Cuando se le preguntó lo que Turquía puede hacer frente a esta ofensiva, Davutoglu dijo que el pueblo sirio debe hacer lo que debe hacer, pero que Turquía como vecino de Siria tiene muchos pasos que puede tomar; en cuanto a si las medidas militares Davutoglu señaló que también se incluyen dentro de esos pasos a tomar, pero solo en el caso que la situación se convierta en una amenaza a la seguridad turca.
Aunque los comentarios de Davutoglu fueron reportados por algunos diarios turcos como una confirmación de la intención turca de ir a la guerra contra Siria, desde la Cancillería turca se emitió un comunicado donde se hace hincapié en que el canciller turco no declaró que "Turquía irá a la guerra con Siria", sino que se limitó a describir todas las medidas se tomarían para la seguridad de Turquía; las medidas necesarias serán tomadas si se produce un problema de seguridad, pero que en realidad lo importante era la aplicación de las reformas por parte de Siria y el final del derramamiento de sangre.
Algunos sectores consideran que Turquía es una herramienta regional de Occidente, pero en realidad Ankara tiene su propia agenda y muchas decisiones son coordinadas con los países occidentales, pero otras responden a iniciativas estratégicas propias orientadas a consolidar el liderazgo regional turco. Ello explica porque las FFAA turcas están llevando adelante ejercicios en la zona de Hatay, en la frontera con Siria; las maniobras se espera que concluyan el 13 de octubre e incluyen 730 militares y 40 vehículos militares.
La situación no es nueva ya que a finales de junio, las autoridades sirias culparon a militantes islámicos y bandas armadas de matar a más de 200 policías y personal de seguridad, mientras que los sunitas en Turquía se estaban convertido en fuertes críticos de Al-Assad y esta situación había comenzado a preocupar a Turquía al punto que los ministros de países extranjeros que había sobre la situación consultado a Davutoglu y el embajador de Siria en Ankara fue llamado a la Cancillería, lo que demostraba la perturbación existente en Turquía por la conducta de Siria.
En junio, los refugiados sirios que entraban a Turquía por Hatay -cerca de la aldea turca de Guvecci- señalaron que las tropas sirias se estaban concentrando cerca de la frontera e inclusive la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, reconoció que Siria estaba rodeando la ciudad de Khirbat Al-Joz a sólo 500 metros de la frontera con Turquía. Las tropas sirias, que llegaron en cuatro autobuses llenos de soldados, junto con una camioneta con una ametralladora montada, nunca habían estado tan cerca de la frontera turca; este incidente provocó la inspección en la zona del 2do. Comandante del Ejército turco al puesto fronterizo de Guvecci para hacer un balance de los despliegues de tropas.
Turquía ha tenido una posición cercana a las demandas de los pueblos en Túnez, Egipto y Libia junto a un discurso que lo posiciona como un líder emergente dentro del mundo árabe e inclusive como modelo de sociedad desarrollada con raíces islámicas. En el caso de Siria, el Primer Ministro Recep Tayyip Erdoğan ha criticado la brutalidad del régimen de Al-Assad y ha señalado la necesidad de darles curso a las reformas demandadas desde la sociedad siria, mismas que el gobierno sirio considera una conspiración sionista o salafista. Erdoğan le dio un giro completo a su política hacia Siria -luego de las elecciones presidenciales turcas- cuando comprendió que Al-Assad no iba a realizar las reformas y las fuerzas de seguridad seguían matando a civiles.
Si lugar a dudas este es un cambio traumático para la política exterior turca ya que las relaciones bilaterales con Siria eran un modelo de superación de conflictos y marcaban el inicio de una prometedora integración regional; pero es en este punto donde radica la fuerza de Erdoğan, al leer correctamente los nuevos tiempos y adaptarse al cambiante escenario. Turquía ha entendido que los acontecimientos devenidos de la primavera árabe van a cambiar la región y que debe demostrar su liderazgo político y moral.
Turquía ha tenido una posición cercana a las demandas de los pueblos en Túnez, Egipto y Libia junto a un discurso que lo posiciona como un líder emergente dentro del mundo árabe e inclusive como modelo de sociedad desarrollada con raíces islámicas. En el caso de Siria, el Primer Ministro Recep Tayyip Erdoğan ha criticado la brutalidad del régimen de Al-Assad y ha señalado la necesidad de darles curso a las reformas demandadas desde la sociedad siria, mismas que el gobierno sirio considera una conspiración sionista o salafista. Erdoğan le dio un giro completo a su política hacia Siria -luego de las elecciones presidenciales turcas- cuando comprendió que Al-Assad no iba a realizar las reformas y las fuerzas de seguridad seguían matando a civiles.
Si lugar a dudas este es un cambio traumático para la política exterior turca ya que las relaciones bilaterales con Siria eran un modelo de superación de conflictos y marcaban el inicio de una prometedora integración regional; pero es en este punto donde radica la fuerza de Erdoğan, al leer correctamente los nuevos tiempos y adaptarse al cambiante escenario. Turquía ha entendido que los acontecimientos devenidos de la primavera árabe van a cambiar la región y que debe demostrar su liderazgo político y moral.
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