Un equipo de la Liga Árabe celebró "francas" conversaciones con el presidente Bashar Al-Assad, en un intento de mediar con la oposición; el Primer Ministro de Qatar, Jeque Hamad bin Jassem Al-Thani, y el canciller encabezaron la delegación junto a los ministros de Relaciones Exteriores de Argelia, Egipto, Omán y Sudán, además del jefe de la Liga Árabe, Nabil Al-Arabi. Frente a una misión difícil, Al-Arabi dijo que esperaba que el régimen sirio -de acuerdo con esta iniciativa- comience con una verdadera reforma.
Al-Arabi sostuvo también que es su derecho como Secretario General de la Liga Árabe reunirse con algún miembro de la oposición pacífica, en referencia a un "desacuerdo" con Damasco después de reunirse con los miembros de la oposición siria. Durante la sesión de emergencia en El Cairo el 16 de octubre, la Liga de 22 miembros pidió un "diálogo nacional" entre el gobierno y la oposición a finales de octubre para ayudar a poner fin a la violencia y evitar la "intervención extranjera" en Siria, pero el representante de Siria en la Liga, Youssef Ahmed, criticó lo que llamó una "conspiración" contra el régimen de Al-Assad en la reunión de El Cairo.
La visita de la delegación de la Liga Árabe coincide con dos hechos diametralmente opuestos. Por un lado, en Homs -un fuerte foco de la oposición al régimen- la población sostuvo una huelga general para protestar contra la ofensiva estatal que ya lleva siete meses; residentes y activistas dijeron que la mayoría de los empleados se quedaron en sus casas y que las tiendas estaban cerradas -en una ciudad con un millón de habitantes- y además se indicó que opositores armados se aseguraron que la gente no estuviese en las calles.
Por otro lado, en la plaza de los Omeyas de Damasco, decenas de miles de personas se reunieron para lo que se ha convertido en un programa semanal de apoyo a Al-Assad, organizado por las autoridades. La televisión estatal mostró las banderas sirias y retratos del presidente, bajo el lema "¡Viva la patria y de su líder"; los participantes plantearon un árbol de 500 metros de largo con fotos de la familia del presidente siro en su centro, además de la bandera de Siria y papeles con nombres de los ciudadanos de varias provincias que firmaron con su sangre para expresar la adhesión a la unidad nacional, rechazando toda forma de injerencia extranjera en los asuntos de Siria.
El Primer Ministro Al-Thani señaló que la delegación árabe considera que el gobierno sirio está dispuesto a trabajar con el comité árabe "con el fin de llegar a una solución”, según un informe de la televisión siria, ambas partes se reunirían de nuevo en cuatro días.
Al-Arabi sostuvo también que es su derecho como Secretario General de la Liga Árabe reunirse con algún miembro de la oposición pacífica, en referencia a un "desacuerdo" con Damasco después de reunirse con los miembros de la oposición siria. Durante la sesión de emergencia en El Cairo el 16 de octubre, la Liga de 22 miembros pidió un "diálogo nacional" entre el gobierno y la oposición a finales de octubre para ayudar a poner fin a la violencia y evitar la "intervención extranjera" en Siria, pero el representante de Siria en la Liga, Youssef Ahmed, criticó lo que llamó una "conspiración" contra el régimen de Al-Assad en la reunión de El Cairo.
La visita de la delegación de la Liga Árabe coincide con dos hechos diametralmente opuestos. Por un lado, en Homs -un fuerte foco de la oposición al régimen- la población sostuvo una huelga general para protestar contra la ofensiva estatal que ya lleva siete meses; residentes y activistas dijeron que la mayoría de los empleados se quedaron en sus casas y que las tiendas estaban cerradas -en una ciudad con un millón de habitantes- y además se indicó que opositores armados se aseguraron que la gente no estuviese en las calles.
Por otro lado, en la plaza de los Omeyas de Damasco, decenas de miles de personas se reunieron para lo que se ha convertido en un programa semanal de apoyo a Al-Assad, organizado por las autoridades. La televisión estatal mostró las banderas sirias y retratos del presidente, bajo el lema "¡Viva la patria y de su líder"; los participantes plantearon un árbol de 500 metros de largo con fotos de la familia del presidente siro en su centro, además de la bandera de Siria y papeles con nombres de los ciudadanos de varias provincias que firmaron con su sangre para expresar la adhesión a la unidad nacional, rechazando toda forma de injerencia extranjera en los asuntos de Siria.
El Primer Ministro Al-Thani señaló que la delegación árabe considera que el gobierno sirio está dispuesto a trabajar con el comité árabe "con el fin de llegar a una solución”, según un informe de la televisión siria, ambas partes se reunirían de nuevo en cuatro días.
Siria ha rechazado anteriores iniciativas árabes y no está claro si esta vez sería diferente o si el régimen estaba tratando de ganar tiempo para tratar de aplastar el levantamiento, ya que las operaciones no se han interrumpido. La visita de los funcionarios árabes sigue a una reunión en El Cairo -la semana pasada- donde la Liga Árabe le dio plazo a Siria hasta el final del mes para poner fin a las operaciones militares, liberar a los detenidos en la represión e iniciar un diálogo con la oposición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario