China ha instado a Siria a prestarle atención a las "razonables" demandas de su pueblo y a cumplir con las promesas de reformas, en días previos a la visita del enviado especial de Beijing a Siria. El enviado chino, Wu Sike visitará Siria y Egipto, a partir del 26 al 30 de octubre; Jiang Yu, portavoz de la cancillería china, señaló que China esperaba que Siria pudiese poner los intereses del país y la gente en primer lugar, descartar la violencia, el derramamiento de sangre, evitar los enfrentamientos y resolver las diferencias mediante el diálogo de una manera pacífica.
El lunes, el sirio periódico Al-Watan, indicó que el Diálogo Nacional -que sería presidido por el presidente Al-Assad- se espera que inicie en un mes. Se sabe que han comenzado los preparativos para convocar una conferencia nacional para discutir las maneras de encontrar una salida a la crisis del país está atravesando; un comité preparatorio presidido por el vicepresidente sirio Farouk al-Sharaa se formará para hacer los preparativos.
El anuncio coincide con las llamadas de Rusia y China para un dialogo entre gobierno y oposición, junto a un pedido de acelerar las reformas, advirtiéndole que algunos países árabes y europeos están presionando a la intervención militar en Siria. Anteriormente, el ministro de Exteriores sirio, Walid al-Moallem dijo que un decreto presidencial se publicará en breve para formar un comité preparatorio.
China no solo ha desempeñado un papel de bajo perfil en la ola de manifestaciones del Medio Oriente y África del Norte, sino que también ha actuado con rapidez para normalizar las relaciones con los gobiernos que han sido derrocados por revueltas populares, como en Libia. China, junto con Rusia, recientemente resistió un impulso occidental para aprobar una resolución del Consejo de Seguridad que buscaba la condena a la represión del gobierno sirio.
Junto a la presión de los aliados de Siria, hoy se difundió un informe de Amnistía Internacional que señala que los pacientes en cuatro hospitales administrados por el gobierno han sido torturados y que los trabajadores médicos sospechosos de tratar a manifestantes han sido atacados por las fuerzas de seguridad; el grupo de DDHH instó al gobierno de Siria a que los hospitales acepten y traten a todos los pacientes sin demora.
El lunes, el sirio periódico Al-Watan, indicó que el Diálogo Nacional -que sería presidido por el presidente Al-Assad- se espera que inicie en un mes. Se sabe que han comenzado los preparativos para convocar una conferencia nacional para discutir las maneras de encontrar una salida a la crisis del país está atravesando; un comité preparatorio presidido por el vicepresidente sirio Farouk al-Sharaa se formará para hacer los preparativos.
El anuncio coincide con las llamadas de Rusia y China para un dialogo entre gobierno y oposición, junto a un pedido de acelerar las reformas, advirtiéndole que algunos países árabes y europeos están presionando a la intervención militar en Siria. Anteriormente, el ministro de Exteriores sirio, Walid al-Moallem dijo que un decreto presidencial se publicará en breve para formar un comité preparatorio.
China no solo ha desempeñado un papel de bajo perfil en la ola de manifestaciones del Medio Oriente y África del Norte, sino que también ha actuado con rapidez para normalizar las relaciones con los gobiernos que han sido derrocados por revueltas populares, como en Libia. China, junto con Rusia, recientemente resistió un impulso occidental para aprobar una resolución del Consejo de Seguridad que buscaba la condena a la represión del gobierno sirio.
Junto a la presión de los aliados de Siria, hoy se difundió un informe de Amnistía Internacional que señala que los pacientes en cuatro hospitales administrados por el gobierno han sido torturados y que los trabajadores médicos sospechosos de tratar a manifestantes han sido atacados por las fuerzas de seguridad; el grupo de DDHH instó al gobierno de Siria a que los hospitales acepten y traten a todos los pacientes sin demora.
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