lunes, 31 de enero de 2011

El presidente de Siria: "Veo una nueva era"

En una entrevista con el Wall Street Journal, el presidente sirio Bashar al-Assad señaló que las protestas en Egipto, Túnez y Yemen están marcando el comienzo de una "nueva era" en Oriente Medio, y que los gobernantes árabes tendrían que hacer más para acomodarse a las aspiraciones económicas y políticas de la gente.

Assad señaló que, a la luz de los sucesos en Tunez y Egipto, en Medio Oriente sólo se observan dos cosas nuevas: nuevas esperanzas y nuevas guerras. Por un lado, mucha gente que llega a un mercado laboral sin trabajo, y las nuevas guerras que han creando una creciente desesperación.

Acerca de los cambios internos, Assad apuntó a que deben haber otros tipos de cambios antes: políticos, económicos y administrativos. Pero al mismo tiempo, se debe mejorar la sociedad y ello no significa que mediante la actualización tecnológica vendrá una mejora cualitativa; la mejora solo será posible a partir de una apertura mental.

Desde su visión, las sociedades en las tres últimas décadas, especialmente desde los ´80, se han vuelto más cerradas debido a un aumento del extremismo y esto ha reducido la creatividad del Estado, los funcionarios y la gente común.

Las reformas políticas

Assad sostiene que la reforma se inició desde que llegó al poder, considera que no se pueden realizar pasos de una reforma sin lógica y orden. Para él, lo primero es actualizar la forma de la sociedad; el hecho de modificar leyes o emitir algunos decretos y leyes no es una reforma. La reforma podría comenzar con algunos decretos, pero la verdadera reforma es acerca de cómo abrir la sociedad, y cómo iniciar el diálogo.

El problema con Occidente - señala Assad - es empieza la reforma política orientándose hacia la democracia, cuando lo primero es involucrar a la gente en la toma de decisiones. El proceso comienza con la creación de diálogo, para ello los medios de comunicación privados, Internet y las universidades privadas surgieron en los últimos años en Siria.

Consultado sobre los tiempos para las reformas, el presidente sirio estima que si no se percibe la necesidad de la realizar la reforma antes de lo que sucedió en Egipto y en Túnez, después será demasiado tarde para hacer cualquier reforma. Por otro lado, estima que si la reforma se hace en como una respuesta a lo ocurrido, entonces va a ser una reacción no una acción, y ello podría fallar.

El proceso de paz

Assad tiene una posición crítica al respecto. Señaló que desde que se inició el empezamos el proceso de paz en 1991 no se ha logrado mucho. Y esta situación también influye en la generación de la desesperación; todo el proceso se transforma en círculo vicioso de la desesperación cuando se habla de paz, de que haya negociaciones y, a continuación las esperanzas exageradas son seguidas por el fracaso, y luego viene otra esperanza y el fracaso nuevamente.

¿Siria podría terminar como Egipto?

Consultado sobre si Siria terminaría igual que Egipto en el futuro, Assad se preguntó ¿Por qué Siria es estable, a pesar de que tienen condiciones más difíciles? Mientras que Egipto ha recibido el apoyo financiero de los Estados Unidos, su país está sujeto a embargo por la mayoría de los países del mundo; y aunque Siria tiene crecimiento, y a pesar de que no tiene muchas de las necesidades básicas cubiertas la gente no hace un levantamiento. Desde el punto de vista del líder sirio esto se debe a que no solo una cuestión de necesidades y reformas, sino también a una cuestión de creencias e ideología acerca de la causa que el país tiene.

El futuro sirio

Assad considera que el modelo a seguir es el turco ya que la sociedad y las tradiciones son similares. Señaló las ventajas de este modelo, que toma sólo algunos aspectos de los modelos occidentales, y consideró que – al igual que Turquía – el modelo sirio se podrá desarrollar si logra una reforma acompañada del conocimiento que pueda generar una cualificación de los recursos humanos.

La posición del régimen sirio es más estable que la egipcia, esto se debe en parte a las reformas económicas encaradas desde hace más de cinco años por el presidente Al Assad que logró una apertura de su mercado atrayendo inversiones regionales en su mayor parte.

Por otro lado, Siria ha mantenido una activa política exterior que le ha permitido mejorar la situación general de la población en sus aspectos cotidianos como en el suministro de electricidad, la bonificación del combustible para calefacción y ha generado una incipiente actividad laboral a partir de las inversiones en el sector de la construcción y comercialización de servicios. Si bien la situación del sirio promedio no es cómoda, dista de la ira del ciudadano egipcio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Fernando,

Le felecitamos por este blog, un buen trabajo.

Un saludo cordial

Fernando Bazán dijo...

Muchas gracias por apreciación. Cordialmente

Fernando Bazan